El Sargazo Amenaza al Caribe: ¿Por Qué Esta Crisis Fue Causada por los Humanos?
Elisa de Gortari | N+
Las toneladas de sargazo que han invadido las playas del Caribe son una consecuencia de la acción humana sobre los mares

El sargazo, una amenaza producida por la acción humana. Foto: Cuartoscuro
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Toneladas de sargazo han comenzado a arribar a las playas del Caribe, tanto de México como de otras naciones de la región. Esta alga amenaza con arruinar las vacaciones de miles de turistas, pero además es prueba de cómo la acción humana ha afectado severamente al ecosistema marino.
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La apestosa invasión del sargazo
Cuando Cristobal Colón cruzó por primera vez el océano Atlántico pasó un momento crítico en una zona llena de algas malolientes donde, para colmo, los vientos eran muy débiles. Aquella zona cercana a América comenzó a ser conocida como el mar de los Sargazos.
El sargazo (Sargassum) es un género de algas que se caracterizan por crecer en grandes cantidades en algunas zonas del Atlántico. Cuando llegan a las playas pueden ser molestas para los bañistas por su fuerte olor a ácido sulfhídrico, la sustancia que en tierra identificamos con los huevos podridos.
Pero desde hace treinta años el sargazo se ha convertido en algo más que en la amenaza que puso en riesgo la primera expedición de Colón. Desde hace tres décadas se ha multiplicado la cantidad de estas algas que llega a las playas del golfo de México y del mar Caribe.
La invasión del sargazo, producto de la acción humana en los mares
Estas algas, en cantidades extremas, son más que una fuente de mal olor: también son un riesgo ambiental. Además de que acidifican el océano, el sargazo pone en riesgo el equilibrio ecológico en las zonas donde se produce en exceso.
Por décadas, se consideró que todas estas algas que llegaban a nuestras playas venían exclusivamente desde el mar de los Sargazos. Hoy sabemos que también se produce en grandes cantidades en el golfo de México. Esto último es una pista del culpable detrás de la invasión del sargazo: la acción humana.
Como explica un artículo de 2017 publicado en el American Journal of Environmental Sciences, uno de los principales factores que permiten la proliferación del sargazo en el Caribe y el golfo de México son las sustancias que arrojan los ríos al mar. Es muy notable la presencia de fertilizantes provenientes desde el río Misisipi, que desemboca en el golfo de México.
¿Existe una solución a la invasión del sargazo en el Caribe?
Dice el dicho que si la vida te da limones, hagas limonada. Pero esta solución no es tan sencilla cuando la vida te da sargazo.
Algunos proyectos han propuesto aprovechar el sargazo, por ejemplo, como fertilizante. Tanto en México como en el Caribe se ha considerado utilizar de forma productiva esta alga, en lugar de solo gastar dinero en su remoción.
Ante la presencia de nitrógeno y fósforo, elementos indispensables para la vida, se ha propuesto que esta alga puede ser aprovechada por la agricultura. En Barbados se han llevado a cabo iniciativas para aprovechar el sargazo con resultados desiguales.
Un estudio publicado en el Bulletin of National Research Centre en 2023 señaló que, si bien el sargazo podía incrementar los niveles de nitrógeno y fósforo en el suelo, las plantas donde se empleaba este fertilizantes eran afectadas de forma negativa.
El sargazo, una posible amenaza a la salud
A esto se debe agregar que no todo lo que nos da el mar es necesariamente un regalo. En 2020, un estudio liderado por la científica mexicana Rosa Rodríguez Martínez encontró grandes concentraciones de arsénico en el sargazo.
Según se lee en el estudio dirigido por la científica de la UNAM, las cantidades de arsénico hacen inviable que esta alga se emplee, por ejemplo, para alimentar animales:
La concentración total de arsénico osciló entre 24 y 172 partes por millón (ppm) de peso seco, superando el límite máximo para algas destinadas a la alimentación animal (40 ppm de peso seco) en el 86% de las muestras.
Además, esta cantidad de arsénico también resulta en un “motivo de preocupación por la contaminación ambiental del mar”. Es decir, no solo no parece viable reutilizar el sargazo como fertilizante; también representa un riesgo para los ecosistemas marinos.
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