Desde siempre, nos hemos preguntado por qué nuestros dedos se arrugan después de estar en el agua durante un período prolongado.

Este curioso fenómeno ha intrigado a científicos y personas por igual. Sin embargo, investigadores han desentrañado finalmente el misterio detrás de esta respuesta natural del cuerpo humano.

Según un estudio de la Universidad de Newcastle, esto se debe a una razón evolutiva.

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La adaptación evolutiva

Tal vez para nosotros en este momento no es tan necesario sostener objetos entre nuestras manos bajo el agua, pero para nuestros antepasados sí. Es ahí cuando entra la adaptación fisiológica de nuestros cuerpos.

Según este estudio, cuando nuestros dedos entran en contacto con el agua, nuestro cuerpo activa nuestro sistema nervioso autónomo, encargado de actividades que hacemos naturalmente como la respiración y el latir del corazón.

El equipo de investigación descubrió que las arrugas en los dedos podrían ser una adaptación evolutiva que mejora el agarre en ambientes húmedos. Esto sucede de igual manera en los dedos de las manos y en los pies, dando mejor tracción.

Los voluntarios que participaron en el estudio, al tener dedos arrugados demostraron una capacidad mejorada para recoger objetos pequeños y manipular herramientas bajo el agua en comparación con aquellos que recién habían introducido sus manos.

Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que las arrugas de los dedos inducidas por el agua mejoran el manejo de objetos sumergidos y sugieren que pueden ser una adaptación para manipular objetos en condiciones húmedas.

¿Qué debes hacer si esto te sucede?

Nada. Las arrugas de los dedos desaparecen en cuestión de minutos por sí solas.

A pesar de este sorprendente hallazgo, aún quedan preguntas por resolver.

Algunos científicos creen que esta adaptación podría haber tenido otras funciones en el pasado o que podría estar relacionada con la regulación de la temperatura en ambientes acuáticos.