Que el Ajolote No Muera, la Tarea Titánica de Biólogos en CDMX

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Biólogos de la UAM y la UNAM trabajan para preservar y reintroducir en su hábitat al ajolote en la CDMX

Los ajolotes son una especie amenaza, es por ello que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco, es una de las instituciones que se encargan de su preservación. Esteban González tiene el reporte

Los ajolotes son una especie amenaza, es por ello que la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco, es una de las instituciones que se encargan de su preservación. Esteban González tiene el reporte

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Vive debajo del agua, es parte de la fauna de la Ciudad de México y está en peligro de extinción: es el ambystoma mexicano, mejor conocido como el ajolote. 

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Autoridades y la academia realizan esfuerzos en la capital para conservarlo y reintroducirlo a su hábitat, en los cuerpos de agua del sur de la capital.

“Lo que nosotros buscamos es conservar el genotipo original, es decir, el ajolote de coloración oscura que es el que encontramos aquí en Xochimilco”, cuenta a N+ Media, José Antonio Ocampo, director del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC), de la Universidad Autónoma de México (UAM).

En el CIBAC está la unidad de manejo y producción del ajolote. 

En cautiverio, hasta el 80% de los ajolotes que nacen prosperan, pero en su hábitat el escenario es menos amable, explica la bióloga Ollin Ramírez de la UAM. 

Ellos están donde se encuentra la materia en descomposición, en vida natural, donde se encuentran las hojas muertas, los animales muertos, donde hay mayor cantidad de materia orgánica; de hecho, se camuflajean con todo eso

“En vida libre, la sobrevivencia es mucho menor por la alta cantidad de depredadores que existen en el medio natural. El ajolote es un tipo de salamandra, pero nunca vive en la tierra. Sus branquias le permiten respirar bajo el agua y también tiene pulmones para respirar en la superficie”, agrega Ramírez.

En menos de dos décadas la población del ajolote se redujo drásticamente. En 1998 había 6 mil ejemplares por kilómetro cuadrado, para 2014, solo se contabilizaban 37 por km2.

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Tres factores explican esta pérdida, explican especialistas.

Luis Zambrano, investigador de la UNAM explica que antes Xochimilco recibía agua de los manantiales y ahora recibe agua de la planta del Cerro de la Estrella, lo que afecta mucho a los animales, en especial a animales como los anfibios. 

Zambrano es parte del equipo de la unam que busca, también, preservar a la especie. 

El segundo problema es la urbanización. La presión de la urbanización hacia Xochimilco se ha intensificado de los 80 a la fecha. La introducción de especies ajenas al hábitat, como carpas y tilapias también fueron un factor clave. Éstos se alimentan de sus huevos y comida 

Igual que la UNAM, el CIBAC también examina cómo reinsertar al ajolote a su medio ambiente. Es posible, pero toma tiempo. 

“Hay que hacerlo de acuerdo a la normatividad vigente, hay que tener autorizaciones, hay que hacer muchos estudios de la calidad del agua, de las condiciones donde se van a liberar; tenemos nosotros que decidir por qué se van a liberar ahí, no nada más es escoger una zona y decir: bueno, se liberan porque sí. El canal de Cuemanco, un punto en Xochimilco donde alguna vez abundaron los ajolotes, puede recibirlos, pero sigue sin ser adecuado, no solo por depredadores y contaminación, sino por la misma presencia humana”, dice Ollín Ramírez. 

El biólogo de la UAM, Arturo Vergara explica que a los ajolotes les afecta el movimiento.

Un canal en donde hay mucha navegación implica mucho remo, porque la mayoría de las embarcaciones se mueven con remo con motor, entonces hay mucho movimiento, y como ellos viven enterrados en el lodo, entonces es mucho impacto.

Pese a los esfuerzos, todavía falta mucho para que el ajolote regrese a los canales del sur de Ciudad de México. 

LPF