Detienen a Presunto Violentador de Priscila, Quien Estuvo 2 Años Encerrada en su Casa

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Detienen a Salvador 'N' por violencia familiar y violación contra Priscila Sand argentina de 26 años; estuvo dos años encerrada con cinco escoltas armados, cámaras y severo aislamiento hasta su escape

El presunto agresor fue trasladado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.

El presunto agresor fue trasladado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente. Foto: Fiscalía CDMX.

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La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México informó que el viernes 23 de mayo fue aprehendido Salvador "N" por su probable participación en los delitos de violencia familiar y violación en agravio de Priscila Sand, de 26 años y nacionalidad argentina, de quien Nmás difundió su historia.

La detención se llevó a cabo en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, después de que la víctima denunciara agresiones físicas, emocionales y sexuales, así como restricciones a su comunicación con otras personas.

Según las indagatorias realizadas por personal de la FGJCDMX, desde mediados de 2023 el imputado posiblemente ejercía control sobre las comunicaciones e interacciones de la víctima con otras personas, además de estar señalado por agredirla física, emocional y sexualmente.

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El presunto agresor fue trasladado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, donde será presentado ante el juez de control correspondiente, quien definirá su situación jurídica.

El caso adquirió notoriedad pública después de que el pasado 22 de mayo Nmás publicara un testimonio en video donde Priscila Sand relató los dos años de cautiverio que vivió bajo el control de Salvador.

En su testimonio, la joven argentina narró que conoció a Salvador en julio de 2023 y que desde la primera cita el hombre no le permitió regresar a su hogar.

"Llegamos me dice, '¿te querés quedar a dormir? Así no te llevan.' Y así fue como él no me dejó regresar y ya cuando me dejó regresar fue bueno. Busca tus cosas y te quedas a vivir conmigo", relató Priscila en el documental. La víctima describió que nunca tuvo tiempo de tomar la decisión de mudarse, pues Salvador le dijo:

Bueno, ya buscar las cosas y vente conmigo y ya

Salvador mantenía cinco escoltas en la casa donde retuvo a Priscila, quienes vivían en el mismo inmueble junto con personal de limpieza. El hombre implementó un sistema de vigilancia exhaustivo que incluía cámaras con audio por toda la casa y puertas de seguridad. .

Priscila detalló que Salvador levantó un mural en la cocina para bloquear un ventanal que permitía ver hacia la calle y las casas de los vecinos.

El control ejercido por Salvador se extendía a todos los aspectos de la vida de Priscila. Le quitó su teléfono celular prometiendo darle uno nuevo, proceso que tardó semanas, y no le permitía hablar con su familia.

"Me acuerdo que le mandaba a la hermana por Instagram para saber si yo estaba bien o si algo me había pasado", recordó la víctima en su testimonio.

"Me quedaba en la casa y él llegaba y me decía, 'ver celular.' Y revisaba todos los mensajes que había hablado con mi mamá o con mi hermana. Ya no podía tener amistades. Él me había hecho cerrar todas las redes", narró Priscila, quien también describió que Salvador controlaba su vestimenta, diciéndole:

No, eso no te tapa, así que tiene que ser algo más largo

La violencia física se intensificó cuando Priscila intentó marcharse. En su testimonio relató que cuando quiso tomar sus maletas, Salvador la siguió y "empezó a romper la pared de madera que había".

El agresor la empujó, la tiró al piso y comenzó a romperle la ropa. Cuando Priscila intentó salir corriendo, Salvador "me agarró del pelo, me ahorcó y cerró la puerta con llave y ahí empecé a gritar de que por favor ayuda".

"Los escoltas vivían en la casa, un personal de limpieza y no, ahí me empezó a pegar, me empezó a pegar. Yo me hacía la desmayada para que me deje de pegar y me decía, 'Sí, muérete, muérete'", describió la víctima sobre la violencia sistemática que sufría.

El testimonio de Priscila reveló que Salvador también había tenido problemas similares con otras mujeres. "Las otras chicas sí me enteré que dos personas eh tenían tatuajes con su nombre", relató, agregando que Salvador le había exigido tatuarse su nombre. La víctima logró contactar a una mujer que había sido agredida previamente por Salvador, quien le brindó apoyo legal.

La huida de Priscila fue planificada meticulosamente con ayuda externa. El día del escape, Salvador le había dado la llave de la caja fuerte para sacar dinero destinado a los escoltas, momento que ella aprovechó para tomar los pasaportes suyos y de su bebé. Sin embargo, la situación se complicó cuando llegó la policía a la casa tras una denuncia de que había una persona retenida contra su voluntad.

"Tocan el timbre de la casa, eh, abre la escolta y era un policía que había ido de que habían llamado que había una persona en contra de su voluntad en esta casa", relató Priscila sobre los momentos finales de su cautiverio.

Durante la huida, Priscila logró salir de la casa mientras el escolta hablaba con el policía, pero fue perseguida por los hombres armados de Salvador. "De repente veo que va viene corriendo un guarro, un guarro hacia nosotros armado", describió sobre los momentos de tensión durante su escape junto con su bebé.

Finalmente, Priscila logró llegar a las oficinas de la fiscalía especializada en secuestros, donde pudo denunciar formalmente los hechos. La Fiscalía CDMX expresó en un comunicado que "reitera su compromiso con el acceso a la justicia para las víctimas, así como con brindar una atención profesional y con perspectiva de género para todas las mujeres que enfrentan situaciones de violencia". 

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CT