El Metro de la Ciudad de México ha dado a conocer que una de las principales causas por las cuales las escaleras eléctricas se descomponen: porque los usuarios se orinan en ellas. Este problema fue reportado por primera vez en 2020.

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En atención a una solicitud de transparencia hecha por la cuenta de Twitter @Politica_Basica, el Metro explicó que el 25% de las averías en las escaleras eléctricas “suceden debido a que los usuarios las orinan”.

Esta no es la primera vez que el sistema de transporte señala que las descomposturas ocurren directamente por el comportamiento de los usuarios. En enero del 2020 las autoridades del Metro explicaron que la orina filtrada a través de los escalones eran capaces de dañar el mecanismo de las escaleras.

Una de cada cuatro escaleras fueron dañadas con orina. Foto: Cuartoscuro | Archivo

En aquel entonces, Fermín Rafael Ramírez, subgerente de instalaciones y vías mecánicas, declaró durante una rueda de prensa lo siguiente:

Aunque parezca difícil de creer, gran parte de nuestros equipos sufre daños debido a que algunas personas las utilizan como sanitarios.

Otras razones que se citaron en 2020 para explicar la descompostura de escaleras eléctricas estaban el vandalismo, el exceso de carga y la antigüedad. Esto resultaba crítico en estaciones de las líneas 4, 3 y 7.

En 2022, el Metro informó que destinó 270 millones de pesos para adquirir e instalar 46 escaleras eléctricas nuevas. “Los nuevos equipos fueron distribuidos en estaciones de las Líneas 3, 4, 7, 8 y 9, donde era necesario hacer la sustitución de equipos de más de 30 años de antigüedad”, se lee en el comunicado publicado por la administración del sistema de transporte.

A tres años de esta declaración, la cuenta @Politica_Basica publicó en Twitter que había solicitado información que respaldara los dichos del Metro. “Nos enviaron los informes de personal del Metro y externos (Mitsubishi) confirmando el daño en las escaleras por orina humana”, escribió la cuenta.

Según el informe recibido por la cuenta de análisis político “las sales y minerales que se encuentran en la orina humana se adhieren a la cadena, que al estar en marcha [...] se desgasta, debilitando y disminuyendo así notablemente las propiedades del material”. En conclusión, la cuenta de Twitter escribió:

No es un mito que la gente se orine en el Metro y los informes indican que en efecto, una de cada cuatro escaleras que no funcionan en el metro fue porque alguien se orinó ahí.