Este 19 de mayo, Elena Poniatowska cumple 90 años de edad y para celebrar la ocasión vamos a responder a una pregunta básica: ¿Cuáles son los libros de la escritora francomexicana que todos deberían leer?

Autora de decenas de novelas, crónicas, ensayos, entrevistas y artículos, y ganadora de múltiples premios (incluyendo el Cervantes en 2013); es un poco complicado acercarse a la enorme obra de Elena Poniatowska y escoger un libro al azar. Por ello, es común que un lector quiera empezar con el libro más conocido de un autor o el que ha recibido mejores críticas para poder partir de un punto de origen cómodo con miras a sumergirse al resto de su obra más adelante. Pero antes de construir esa primera casilla, recordemos...

Quién es Elena Poniatowska

Nacida en París siete años antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Hélène Elizabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska puede rastrear sus raíces a las familias más influyentes de la aristocracia europea y al México del Porfiriato.

A causa de la Revolución Mexicana, el lado materno de su familia huyó de México, pero fue otra guerra la que obligó a su familia a regresar a nuestro país ante el avance del ejército nazi sobre Francia. Ya en México, Hélène se convirtió en Elena, y ésta se formó como periodista. Fue gracias a este oficio que desarrolló la facilidad para escribir sin freno, a veces publicando un libro por año en la etapa madura de su trayectoria literaria. Si bien la señora Poniatowska es reconocida como una figura pública por su cercanía al poder político, a final de cuentas se trata de una escritora. Ella pertenece a una generación de escritores que suele ser vinculada a un fenómeno internacional conocido como el boom latinoamericano. Aunque sus contemporáneos eran las grandes figuras de la literatura latinoamericana como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, José Donoso o Carlos Fuentes, Poniatowska suele ser mencionada con mayor énfasis en el renglón de escritores que abordaron la problemática social del México moderno, ahí donde figuran Vicente Leñero, José Revueltas, Rosario Castellanos, Carlos Montemayor y claro, su entrañable amigo, Carlos Monsiváis, entre otros. Esto se debió al estilo periodístico de construir una narración literaria, apoyándose en los testimonios de la gente que entrevistaba. Fue así como una migrante francesa pudo darle voz a una exsoldadera de la Revolución perdida en el Distrito Federal en una de sus novelas más conocidas, Hasta no verte Jesús mío.

Obra destacada

Escrita en 1969, Hasta no verte Jesús mío es una de las obras más importantes de la escritura testimonial, basada en la vida de Josefina Bohorquez, una mujer de origen oaxaqueño que luchaba por salir adelante en la Ciudad de México. Bajo el nombre de Jesusa Palancares, la escritora presenta al lector un personaje femenino complejo que entra en conflicto con la cultura machista y patriarcal que caracteriza a la sociedad mexicana, así como las exigencias de un país que busca modernizarse, aunque buena parte de la población se quede olvidada en los márgenes. Poniatowska volvería a recurrir a este estilo para escribir otro de sus libros más famosos, La noche de Tlatelolco. Publicado en 1971, el libro es una crónica que se basa en testimonios recogidos por Poniatowska de varios actores que participaron en el movimiento estudiantil de 1968, desembocando en la matanza ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. La noche de Tlatelolco sigue siendo un referente para contextualizar lo ocurrido aquel fatídico 2 de octubre de 1968, un libro que -a 50 años de su publicación- ilustra una época marcada por la represión de la palabra y la acción. Por ello, este libro de no ficción suele representar el mejor punto de acceso a la obra de Poniatowska, ya que captura la esencia de lo que significa un compromiso periodístico con la verdad. Si bien estos dos libros ofrecen al lector un buen punto de arranque al resto de su obra, una tercera recomendación sería La piel del cielo, publicada en 2001 y recipiente del premio Alfaguara de Novela. En este libro, Poniatowska hace a un lado el testimonio de la tercera persona para hablar desde su punto de vista sobre su matrimonio con el astrónomo mexicano Guillermo Haro, fallecido en 1988. En La piel del cielo, Poniatowska honra la memoria de su difunto marido y expone las dificultades de desempeñarse en el terreno científico en México.