La afición taurina abarrotó la monumental Plaza México en la primera corrida de reapertura, en la que Joselito Adame, Diego Silveti y Andrés Roca Rey torearon un encierro de Tequisquiapan.

Las corridas de toros se reactivaron el domingo 28 de enero de 2024 en la Plaza México, la más grande del mundo, después de más de 600 días inactiva por una orden judicial, en medio de un ambiente de júbilo de los aficionados que llenaron el coso de Insurgentes, literalmente “hasta el reloj”.

Más de 40 mil aficionados a la fiesta brava se dieron cita en la Plaza México, en un lleno histórico, que no se veía desde el mano a mano entre José Tomás y Joselito Adame, el 31 de enero de 2016.

La Plaza México dio la bienvenida a la afición con un tapete al centro de ruedo que decía: "Libertad" "#TorosCulturaViva".

Antes de que diera inicio la corrida, la banda de la Plaza México ofreció un concierto de pasos dobles, en el ruedo de la monumental.

El paseíllo fue una auténtica fiesta entre miles de papelitos de colores verde, blanco y rojo, que cubrieron todos los tendidos y de fonfo el tradicional Cielo Andaluz, acompañado de un “¡Olé!”, que enchinó la piel de los miles de asistentes.

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En la primera corrida del Serial de Reapertura, Joselito Adame y Diego Silveti no cortaron ni una oreja, sin embargo, al peruano Andrés Roca Rey se le armó una bronca al escucharse tres avisos en su segundo toro de su lote, que se le fue vivo.

Los toros de Tequiaquiapan, de Fernando de la Mora, resultaron descastados y justos de trapío en general.

Bronca para Roca Rey

De un encierro descastado, falto de trapío, sin emoción y noble, en el mejor de los casos, salió de ejemplar postrero, un toro más hecho y con cierta complicación por su ligeramente bronca embestida para que fuera lidiado por Roca Rey. A pesar de ello, acudió a los engaños franco, desplazándose sin recortar y dejándose castigar con nobleza en el peto. Ni su nombre ‘Mar de nubes’ atemorizaba.

A pesar de ello, Roca Rey fue derrotado en su peor tarde, en el peor día posible, y salió de la plaza en medio de una bronca, entre rechifla y gritos de “toro”.

Con el capote, el diestro andino había gustado por chicuelinas. Con la muleta, a su habitual toreo de perfil sin cargar la suerte, sumó muchas carreritas entre pases y siempre citó en paralelo.

Roca Rey tomó el estoque para abreviar su faena, tras una tanda por pitón. Pinchó con la espada y descabelló hasta que escuchó el tercer aviso.

Con su primer toro también abrevió porque apenas se movía, el burel fue chiflado y la afición solicitó el cambio, pero el juez no lo concedió.

Por su parte Joselito Adame estuvo cerca de cortar una oreja, pero falló con la espada y perdió toda posibilidad.

Al noble primero, muy de la casa De la Mora, el diestro de Aguascalientes inició la faena con el pico y se acopló correctamente a la embestida del toro. Al natural dejó una buena tanda para luego realizar el toreo en redondo; el toro seguía la muleta sin entrar en ella. Antes de matar ofreció otra ronda de noria acelerada con dos circulares. Pinchó en repetidas ocasiones.

Con el cuarto del sorteo, escaso de trapío, Joselito aceptó tomar las banderillas ejecutando la suerte a la carrera. Continuó Adame el tono populista iniciando de rodillas con la muleta. Siguieron pases sueltos de mucho gesto y de escaso recorrido pues el toro muy frágil de patas delanteras se caía a la menor exigencia.

Adame apostó con arrimones ante el mustio y débil toro. Circulares, bernardinas, pases por la espalda. Un repertorio para plazas y fechas menores. De nuevo erró con los aceros y dejó ir las orejas.

Para Diego Silveti primero fue un ejemplar de peso bien repartido pero justas hechuras. Se empleó con bravura en el peto. El espada lo toreó con la zapatilla quieta alternando pico con algún pase ceñido, marcando un segmento amplio entre zapatillas. El astado se desentendió de la muleta. Los circulares sin pausa no ayudaron. Mató recibiendo. Salió al tercio, tras petición de oreja.

Silveti con el quinto estuvo muy prevenido citando aliviado y escondiendo con celo la contraria. De nuevo ejecutó recibiendo, en este caso al segundo intento.

Violentos antitaurinos agreden a aficionados

Antes del paseíllo, afuera de la plaza, algunos antitaurinos violentos agredieron a los aficionados que acudieron a la corrida.

Los inconformes pasaron de los gritos de “¡Asesinos!” y “¡El toro quiere vivir!” a arrojar objetos a los taurinos e intentar ingresar a la fuerza a la Plaza México, al tiempo que hicieron pintas con pintura roja emulando sangre.

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Otros manifestantes ocuparon piedras y tubos para dañar el inmueble, y otros más arrojaron piedras hacia el interior del recinto.

Los antitaurinos exigen terminar con las corridas, mientras que los defensores de las corridas celebraron que la Plaza México, la mayor del mundo, abriera de nuevo sus puertas.

“Soy abogado y conozco las características de este tipo de procedimientos y tengo la esperanza de que va a resolverse a favor de la continuación de la fiesta taurina”, expresó el abogado Marco Antonio Sosa, quien es aficionado a la fiesta brava.

El litigante confió en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), emita más adelante una sentencia que proteja a la fiesta taurina.

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Con información de N+ y EFE.

RMT