Uno de los momentos más tristes de cada fiesta mexicana es cuando el convivio tiene que acabar. No obstante, en incontables hogares a lo largo y ancho del país existe una tradición para agradecer la asistencia de los invitados: el itacate. Pero, ¿qué es esto? En N+ te explicamos su significado y origen.

¿Tamales, pozole, barbacoa o tacos? Estos son algunos de los platillos típicos que se sirven en México, ya sea en alguna reunión con motivo de festividades como el Día de la Candelaria, el Día de la Madre o el Grito de Independencia, o por algún cumpleaños, boda u otro tipo de celebración. El hecho es que cada fiesta en el país siempre cuenta con numerosos alimentos que se convertirán en el disfrute de los invitados.

A propósito de este tema, seguramente has escuchado a alguien decir la palabra "itacate". Se trata de un término que, aunque puede sonar un poco desconocido o extraño, la realidad es que está presente con regularidad en las festividades y reuniones.

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¿Cuál es el significado de la palabra itacate en México?

El término itacate es una palabra de origen náhuatl que se ha integrado profundamente en la cultura mexicana. Proviene del vocablo "itacatl", el cual se refería a una especie de bolsa o morralito utilizado por los pueblos mesoamericanos para transportar alimentos durante sus viajes lejos de casa.

En la actualidad, el itacate se utiliza para describir la comida que te dan al terminar una fiesta o reunión familiar, o que se lleva para consumir fuera del hogar, ya sea en lugares como el trabajo o la escuela.

El Gran Diccionario Náhuatl de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refiere su significado exacto como:

Bastimento, o provisión al que va de camino

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Origen náhuatl de "itacate" y evolución del término

La palabra itacatl, cuyo significado también es citado por el diccionario Larousse como "mochila" o "provisiones", ha evolucionado del náhuatl hasta convertirse en "itacate" en el español mexicano.

Esta evolución es similar a la de otras palabras de raíz náhuatl como tomatl (tomate), xocoatl (chocolate) y ahuacatl (aguacate).

El itacate ha sido una parte integral de la vida cotidiana en México desde la época prehispánica, especialmente entre las personas que necesitaban llevar comida para sus jornadas laborales.

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Cómo es la tradición de "llevar" itacate en la actualidad en México

En la cultura mexicana contemporánea, el itacate cumple dos funciones sociales importantes. Por un lado, los anfitriones ofrecen comida a sus invitados para que la disfruten en casa, y, por el otro, el itacate también evita un posible desperdicio de alimentos.

Para ejemplificar la relevancia social del itacate, la Secretaría de Educación Pública (SEP) indica en su sitio la costumbre existente en Oaxaca, donde la tradición señala que, aparte de lo que se come durante las fiestas familiares, cada invitado se lleva un itacate. En tanto, en Tlaxcala, la gente visita las casas del pueblo para saludar a los anfitriones y en cada lugar comen alguno de los alimentos que allí se ofrecen, además que se llevan su itacate al finalizar la visita.

Vale la pena destacar que en algunas regiones de México, especialmente en el estado de Morelos, el itacate se refiere a una "garnacha" hecha de maíz con forma casi triangular y la cual va rellena de ingredientes como frijoles, papa, queso, hongos, algún guisado o carne. Este alimento se ofrece ampliamente en los mercados de la entidad y se venden incluso por docena, justamente, con la intención de que te los puedas llevar y consumir en tu propia casa.

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Como ves, el itacate no solo es una forma práctica de llevar comida, sino también una tradición arraigada en la cultura mexicana que refleja la importancia de la hospitalidad y el respeto hacia los anfitriones.

En eventos como bodas, bautizos o funerales, es común que los invitados reciban un itacate como muestra de agradecimiento y generosidad. Además, en algunas partes del país, durante el Día de Muertos se coloca comida en canastos o tenates para que las almas puedan transportarla fácilmente, simbolizando el itacate como una ofrenda espiritual para llevar al más allá.