La escritura es muy probablemente el invento más importante de la humanidad. Su creación, permitió transmitir conocimiento sin que los involucrados estuvieran al mismo tiempo en el mismo lugar.

Ahora, una nueva investigación rastrea los orígenes de la escritura hasta los sellos cilíndricos que usaban en Medio Oriente para marcar el barro hace 6 mil años. Estos instrumentos influyeron en los signos cuneiformes creados en Mesopotamia.

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La larga historia de la escritura

Actualmente, el objeto con una oración escrita más antiguo que se conserva es un peine para piojos de marfil. Este peine fue encontrado en 2017 en Lachish, a cuarenta kilómetros de Jerusalén.

Con 3 mil 700 años de antigüedad, aquel peine contiene una oración del idioma cananeo, cuyo alfabeto sería a su vez la base del fenicio. Cabe mencionar que el alfabeto fenicio sería el origen de los alfabetos griego y latino. Aunque el alfabeto es una invención colectiva, la historia atribuye la adaptación del fenicio al griego a una sola persona.

Sello encontrado en Mesopotamia de 6 mil años de antigüedad. Foto: Wikicommons | Archivo

Como señala Irene Vallejo en El infinito en un junco, las pruebas arqueológicas indican que fue una sola persona la responsable de modificar los signos que usaban los pobladores de Medio Oriente para la lengua que se hablaba en Grecia. Curiosamente, estos hallazgos coinciden con la mitología helénica, que atribuye la invención de las letras a un solo personaje: Cadmo.

Aún así, aquel peine no es el signo de escritura más antiguo. Más longevas son, por ejemplo, las tablillas de barro con la que los sumerios contaban las cabezas de ganado, por lo que estas son consideradas el posible origen de la escritura cuneiforme.

Los sellos cilíndricos serían el origen de la escritura sumeria

Ahora, una nueva investigación propone un origen igual de remoto para los primeros signos de escritura.

Se trataría de los sellos cilíndricos que se usaban en Mesopotamia para marcar las tablillas de barro. Estos cilindros se distinguen por sus diseños vistosos que forman patrones en donde aparecen carros, ganado y personas.

El estudio elaborado en al Universidad de Bolonia encontró una serie de correlaciones entre los diseños grabados en estos cilindros y algunos de los signos de la escritura protocuneiforme, surgida en la ciudad de Uruk. Situada en lo que hoy es el sur de Irak, esta ciudad fue una de las urbes más importantes de la antigua Mesopotamia y floreció especialmente hacia el año 3000 a. C.

Sello cilíndrico descubierto en Irak. Foto: AFP | Archivo

A decir del equipo dirigido por la antropóloga Silvia Ferrara, pese a que estos cilindros contaban con una rica iconografía, pocas investigaciones habían analizado su influencia en el desarrollo de la escritura protocuneiforme. Según se lee en el estudio publicado en la revista Antiquity, los autores encontraron una clara relación de los cilindros con los símbolos que se utilizaron en los primeros sistemas de escritura, hace 6 mil años.

[Hay] precursores simbólicos de los signos protocuneiformes fundamentales entre los motivos de los sellos de épocas prealfabetizadas tardías que describen el transporte de vasijas y textiles, lo que pone de relieve la sinergia de los primeros sistemas de comunicación basados en arcilla.

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