William Burroughs en la CDMX: Una historia de amor que terminó en tragedia
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William Burroughs en la CDMX: Una historia de amor que terminó en tragedia
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“Todo me lleva a la atroz conclusión de que jamás habría sido escritor sin la muerte de Joan”- Queer, William Burroughs
- PRÓLOGO -
William Burroughs (5 de febrero de 1914, San Luis, Misuri - 2 de agosto de 1997, Lawrence, Kansas) fue una las figuras literarias estadounidenses más importantes de las últimas décadas, y uno de los máximos exponentes de la Generación Beat.Este grupo conformado por escritores estadounidenses rompió con muchos paradigmas en la década de los cincuenta. Sus obras claramente reflejan el momento cultural por el que pasaba la sociedad estadounidense, abordando temas como la libertad sexual y el uso de las drogas.Burroughs no fue la excepción y en muchos de sus textos dio voz a estos tópicos, sobre todo en Naked Lunch, Junky y Queer, novelas icónicas que de alguna u otra forma están relacionadas con la breve pero intensa estancia que su autor tuvo en la Ciudad de México, y que tuvo un desenlace dramático en un departamento de la Colonia Roma.Este es el recuento de un incidente desafortunado sin el cual sería imposible entender la obra de William Burroughs.I.Una tóxica historia de amor
Para muchos la Generación Beat tuvo su origen en 1944, cuando William Burroughs se mudó a vivir a un departamento en Nueva York con Joan Vollmer Adams y el matrimonio conformado por Jack Kerouac y Edie Parker.Burroughs y Kerouac rápidamente iniciaron una amistad y tuvieron problemas con la ley cuando no dieron aviso de un asesinato que presenciaron; en tanto, Joan conoció a un soldado con quien meses después se casó y tuvo a una hija a la que llamaron Julie Adams.La debacle en la vida de Burroughs comenzó cuando se volvió adicto a la morfina; paralelamente Joan aprovechó que su esposo se marchó a la guerra y empezó a utilizar benzedrina, un tipo de anfetamina que en ese momento se vendía libremente. Cuando el marido de Vollmer regresó del campo de batalla se topó con su mujer totalmente drogada y en menos de tres meses se divorció de ella.
II.La Generación Beat en la Ciudad de México
"Era una ciudad de un millón de habitantes con aire claro y brillante, y un cielo de ese tono especial de azul que tan bien combina con los buitres, la sangre y la arena: el puro, amenazador y despiadado azul mexicano”.... así fue como Burroughs describió a la Ciudad de México, a la que llegó en el otoño de 1949, acompañado por su esposa y los pequeños William y Julie. Se instalaron en un apartamento localizado en el número 210 de Orizaba (hoy demolido), en la Colonia Roma.A sus 35 años Burroughs no había escrito gran cosa y fue en la Ciudad de México donde su vena creativa tomó un nuevo impulso que le permitió gestar algunos de sus textos legendarios. Sin embargo, esta metrópoli no fue capaz de alejarlo de sus vicios. En el Distrito Federal encontró heroína a bajo costo y burdeles que calificó como fabulosos.
"La Ciudad de México me gustó desde el primer día que llegué. En 1949 era un lugar barato para vivir, con una gran colonia extranjera, burdeles y restaurantes fabulosos, riñas de gallos, corridas y todas las diversiones imaginables. Un soltero podía vivir bien por dos dólares al día"... escribiría Burroughs en su novela Queer.Kerouac también llegó a México (en los próximos años se la pasaría yendo y viniendo entre ambos países) y se instaló en la calle Orizaba, en el número 205, donde escribió sus novelas Doctor Sax y Tristessa, así como su reconocido poemario Mexico City Blues.
III.El asesinato
Cuando Burroughs vivía en la Ciudad de México tomaba clases de español en el Mexico City College. Ahí conoció a John Healy, un becario estadounidense que vivía en un departamento localizado en Monterrey número 122 (precisamente en la planta baja del edificio estaba el Bounty Bar).
– Escucha Joan, ¿recuerdas a Guillermo Tell? –preguntó Burroughs.– Claro, la leyenda suiza que inspiró 'Wilhelm Tell' de Friedrich Schiler. Dispara con una ballesta a una manzana posada sobre la cabeza de su hijo. Solo por no reverenciar a su opresor.– Exacto. ¿Te animas? Nunca he fallado.Joan bebió lo que le quedaba de trago, y se preparó para la gran hazaña. Burroughs llenó un vaso de ginebra y lo colocó sutilmente sobre su cabeza.– Vamos hazlo, ¡dispara!Burroughs erró el disparo y la bala se instaló en la sien de su esposa.De pronto todo se volvió silencio, Joan cayó al suelo y los chorros de sangre escurrían de las paredes. William veía esta escena desconcertado sin saber muy bien qué había pasado. Los paramédicos no tardaron en llegar para llevarse a Joan que aún se encontraba con vida pero que falleció mientras era trasladada a la Cruz Roja de Polanco.
IV. Escape discreto
Como parte de su jornada laboral, en septiembre de 1951 un reportero del periódico La Prensa tuvo la oportunidad de entrevistar a un ciudadano americano que le había disparado a su esposa:“Mi esposa había tomado algunas copas. Yo saqué la pistola para mostrarla a mis amigos. La pistola se resbaló y cayó, golpeándose con una mesa y se descargó. Todo fue puramente accidental”Sin saberlo, ese reportero obtuvo una de las pocas declaraciones que dio Burroughs después de que le disparó a Joan Vollmer.
