El Real Madrid remontó un marcador adverso de 0-1 contra el Bayern Múnich en los últimos minutos, tras una tensa semifinal de Champions League en el Estadio Santiago Bernabéu de la capital española, para llevarse la victoria por 2-1 (4-3 global) y el boleto a la final del máximo torneo de clubes europeos.

La puerta para el Real Madrid se abrió tras un error garrafal del portero alemán Manuel Neuer, quien permitió un rebote al minuto 88 del tiempo corrido para el 1-1. Antes de eso, el Bayern parecía tener controlado el duelo con el 1-0 que había conseguido Alphonso Davies al minuto 68. Luego todo giró drásticamente.

Fue un partido intenso de principio a fin. Tras el 2-2 en la ida, se esperaba un duelo de vuelta muy parejo. En el primer tiempo el Real Madrid estuvo más cerca de anotar, pero los germanos fueron muy ordenados y también crearon peligro.

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El guardameta Manuel Neuer tuvo un par de atajadas fantásticas, sobre todo ante un bombazo de Vinicuis. Sin embargo, Neuer pasaría de héroe a villano más tarde.

Antes, al minuto 68, Alphonso Davies se fue por la banda derecha, se quitó al zaguero Rudiger y mandó un disparo cruzado que besó las redes para un hernoso 1-0.

Luego de ello, el cuadro germano se agazapó para mantener la ventaja y jugar al contragolpe. Incluso pudo agrandar la ventaja en el 80', pero sus atacantes desperdiciaron la contra en el últmo pase.

Real Madrid logró la voltereta con doblete de Joselu

Desde el banquillo, el técnico Carlo Ancelotti reaccionó con cambios ofensivos. Y de esa ambición surgió otro héroe inesperado: Joselu, el centro delantero que llegó para suplir a Benzema y que no había destacado. Hasta ahora.

Los cambios fueron decisivos. El Madrid no atinaba. Vinicius y Rodrygo fallaron varias ocasiones. Se encontraron con los palos y con Neuer. Y el 0-1 del Bayern, parecía haber derrotado al conjunto blanco.

Joselu era invisible en la banca, hasta que el técnico merengue lo mandó llamar. Le dio la confianza y el artillero la aprovechó para firmar un doblete que ya es historia.

Fue el minuto 88 que al espigado artillero aprovechó un mal rechace del portero Manuel Neuer para igualar el encuentro 1-1 y reanimar al estadio Bernabéu.

Dos minutos después, al 90, otra vez Joselu estuvo en el corazón del área chica para sacar ventaja de las facilidades defensivas y empujar el 2-1 servido en bandeja por Rudiger. Era el 4-3 global que les daba el pase.

A esas alturas la afición blanca ya coreaba el nombre de su nuevo héroe: "Joselu, Joselu, Joselu".

En el último minuto, el Bayern Múnich consiguió anotar, pero el árbitro se precipitó al silbar fuera de lugar. Y eso selló la eliminación de cuadro alemána, así como el boleto a la final de la Champions League para el Real Madrid. A lo grande y con polémica, otra vez.

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Con información de N+

HAVJ