Más de 50 mil aficionados llenaron las gradas del Benito Villamarín para ver el partido entre el Real Betis y el Barcelona, cuyo ingrediente principal fue la despedida-homenaje al mexicano Andrés Guardado.

El Principito, quien esta semana anunció que deja al club bético para regresar a tierras mexicanas y jugar con el León, fue reconocido por el club y la afición, luego de siete temporadas vistiendo la playera verdiblanca.

El escenario no pudo ser mejor, pues el adiós se dio frente al Barcelona, equipo que al final se llevó la victoria 2-4, pero eso no empañó lo que pasó antes del encuentro.

Ambos cuadros le hicieron pasillo a Guardado, quien saltó al campo junto a sus hijos, Maxi y Catalina; mientras los aficionados modificaban el Cielito Lindo para agradecer a Andrés su paso por el Real Betis.

En la pantalla gigante del inmueble, se leía: 'Gracias, capitán'; mientras que el anunciador recitaba un "gracias por todo, Andrés Guardado". Fue entonces que sus compañeros y rivales aplaudieron al paso del mediocampista.

Andrés se persignó y avanzó al centro del campo, donde se le unió su esposa, Sandra de la Vega; al tiempo que se escuchaba al unísono: "Ay, ay, ay, ay, Andrés Guardado". La directiva le entregó una playera con los números 897 y se tomaron la familia Guardado de la Vega se tomó la foto del recuerdo.

Por cierto, el número entregado lo acredita como el jugador 897 que ha vestido la camiseta del cuadro bético.

De esta forma, se cierra el capítulo en la aventura europea de Andrés Guardado, quien llegó en 2007, y con 20 años de edad, a España para jugar con el Deportivo La Coruña. Ahora, a sus 37 años y 17 por el Viejo Continente, regresa a México.

Tras el resultado, el Real Betis marcha en la novena posición, con 31 puntos; mientras que el Barcelona suma 44 para ocupar el tercer escalón de la clasificación general de La Liga.

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Con información de N+

ICM