Muchas de las personas que tienen alguna tarjeta de crédito saben que deben hacer sus pagos a tiempo para que las instituciones bancarias no les cobren intereses, pero realizar los pagos en efectivo podría traerte problemas son el SAT.

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Para el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es más difícil rastrear el origen del dinero en efectivo que utilizaste para pagar tus tarjetas de crédito, por lo que podría suponer que tienes más ingresos de los que declaraste. Es por esto que si pagas tus tarjetas de crédito con dinero en efectivo el SAT podría iniciar un proceso de discrepancia fiscal en tu contra, basándose en que no tiene forma de saber si ya pagaste los impuestos correspondientes.

Además de lo anterior, el SAT podría ampararse bajo la Ley del Impuesto Sobre la Renta (LISR), la cual dice que “Las personas físicas podrían ser objeto del procedimiento de discrepancia fiscal cuando se compruebe que las erogaciones, en un año, sea superior a los ingresos declarados por el contribuyente”. La manera correcta de pagar tus tarjetas de crédito es a través de transferencias bancarias, ya que automáticamente el sistema electrónico del SAT puede comprobar que has pagado impuestos por el dinero en efectivo que estás utilizando. Recurrir a las transferencias bancarias para pagar tus tarjetas de crédito en vez de usar dinero en efectivo podría evitarte que el SAT inicie un proceso de discrepancia fiscal en tu contra para que hagas las aclaraciones.