La película Barbie ha impresionado a cientos de miles de personas, tanto por su trama, como por la reelaboración que hace de la icónica muñeca, como por su escenografía marcada por los tonos rosas. Este último detalle ha llamado la atención de científicos, quienes han aclarado que vivir en un mundo rosa podría no ser tan agradable a la vista como lo parece.

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Los personajes de Barbie viven en un mundo monocromático donde impera el rosa. Rosas son los muros, los muebles, los pisos, los automóviles y, por supuesto, la ropa es rosa.

Desde que se publicaron los primeros avances de la película protagonizada por Margot Robbie, una de los detalles que más llamó la atención del público fue la escenografía colorida y saturada de Barbieland. Por supuesto, durante el estreno del filme, se volvió una tendencias global que las y los espectadores acudieran al cine portando al menos una prenda de color rosa.

La mercadotecnia alrededor de ‘Barbie’ ha girado en torno al color rosa. Foto: AFP

**¿Qué pasaría si el mundo fuese rosa como en Barbie?**

Más de una fanática o fanático podría suponer que sería agradable para los ojos vivir sumergida en este color. Sin embargo, los científicos consultados por la revista Scientific American opinan que habitar un mundo monocromático podría ser desagradable. Al respecto, la neurocientífica Anya Hurlbert de la Universidad de Newcastle declaró:

Es un mundo horrible porque solo hay un color. Si hiciéramos un mundo completamente azul, nos sentiríamos de manera similar al respecto

Margot Robbie y Ryan Gosling en el estreno de Barbie en Londres — Los y las fans de Barbie se aburrirían en un mundo rosa. Foto: AFP

Por su parte, el psicólogo Mike Webster, de la Universidad de Nevada, afirma que vivir en un lugar completamente rosa nos haría insensibles a ese color:

Solo lo vemos como sorprendente porque es diferente del mundo en el que vivimos, pero no es sorprendente para alguien que vive en ese mundo. Si Barbie mirara nuestro mundo, se sentiría abrumada

Según Webster, un ejemplo de este fenómeno sería Marte. Si alguien tuviese que mudarse al planeta rojo, pronto dejaría de percibir una gran variedad de naranjas y rojos y, en cambio, obtendría una gran sensibilidad para distinguir los colores azules.

Así que podemos concluir que, si de verdad existiese un mundo completamente rosa como el de Barbie, sus habitantes estarían muy aburridos o ni siquiera podrían notar los múltiples tonos en que vivirían.

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