Jake Lloyd, quien a sus 10 años de edad dio vida a Anakin Skywalker en Star Wars Episodio I: La amenaza fantasma, reciéntemente cumplió 35 años de edad, y lo hizo internado en un centro de rehabilitación por los problemas de salud mental que enfrenta.

En una entrevista del medio Scripps News, Lisa Lloyd, madre del actor, habló con detalle sobre la situación actual de su hijo, en el marco del 25 aniversario del estreno del Episodio I de Star Wars.

Jake empezó a tener algunos problemas en la escuela secundaria. Empezó a hablar de 'realidades'. No sabía si estaba en esta realidad o en una diferente, realmente no sabía qué responder a esto.

Ante esta situación, Lisa decidió llevar a su hijo al médico, quien le informó que podía sufrir un trastorno de bipolaridad, por lo que se le recetaron medicamentos. Pero, según ella, no funcionaron correctamente.

Posteriormente, cuando estudiaba en el Columbia College Chicago, enfrentó una nueva crisis, pues afirmaba que había personas que "lo seguían", además de que aseguraba que habían personas con "ojos negros" que lo observaban. También parecía platicar, a través de la televisión, con el presentador Jon Stewart.

En marzo de 2008, un semestre después de haber entrado a la universidad, se determinó que lo mejor era que dejara los estudios, pues tras múltiples citas con terapeutas y psiquiatras se le diagnosticó esquizofrenia paranoide.

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Cuando los médicos finalmente se lo dijeron, se sumió en una depresión mucho peor.

Además, la madre de Jake Lloyd reveló que inicialmente se negó a ir a terapia, pues no se consideraba "enfermo". Con el paso del tiempo, los episodios continuaron, siendo uno de los más relevantes uno ocurrido en 2015, cuando manejaba solo de Florida a Canadá, cuando fue perseguido por varias patrullas y terminó destruyendo su auto y acusado de múltiples cargos en Colleton, Carolina del Sur.

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En aquel momento, Jake se desconectó por completo, pues no atendía las llamadas de su madre ni aceptó la ayuda de un abogado, por lo que terminó en prisión 10 meses. Finalmente, Jake aceptó la ayuda y fue trasladado a un centro médico en California.

Poco después, se registró un nuevo evento desafortunado, pues frenó bruscamente cuando Jake conducía con su madre como copiloto. Al llegar la policía, el actor fue llevado a un hospital y posteriormente fue trasladado al centro de rehabilitación donde actualmente se encuentra.

Lisa también afirmó que las malas críticas que recibió La amenaza fantasma no fueron factor para las crisis de salud mental que sufrió Jake, pues afirmó que lo protegió para evitar que se enterara de ellas y afirmó que sus problemas de salud mental "habrían ocurrido de todos modos".

Añadió que dejó la actuación por dos cosas: sus padres estaban en proceso de divorcio y él ya no se divertía en las audiciones.

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Con información de N+

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