Celebran con Fe a la Virgen en Gualupita, Tianguistenco
Ximena García | N+
Gualupita, comunidad de Santiago Tianguistenco, rinde homenaje a la Morenita del Tepeyac durante todo el año

Gualupita, comunidad que todo el año rinde homenaje a la Morenita. Foto: Ximena García | N+
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La fe guadalupana regresó este 12 de diciembre a su máximo esplendor en la comunidad de Guadalupe Yancuictlalpan, mejor conocida como Gualupita, en el municipio de Santiago Tianguistenco, donde no sólo existe un templo dedicado a la Virgen Morena, sino que, aseguran los lugareños, se ha aparecido en él.
Tras dos años de pandemia, este 2022 la devoción se vivió sin restricciones, lo que conmovió hasta las lágrimas a quienes sobrevivieron a la covid-19 y a las pérdidas.
"Una pandemia muy muy… que lamentablemente ahí se perdió mi papá, pero aún nosotros aquí seguimos echándole ganas y aquí está mi mamá con nosotros”, comentó Beatriz, quien lleva 15 años de visitar a la Reina de México en el templo de Gualupita, acompañada de su madre, Agustina.
“Significa todo para mí, todo porque es nuestra madre de Dios y nuestra, entonces es todo para nosotros, eso es lo que significa ser la madre de Dios y que no nos deja, nos cubre con su divino manto”, añadió doña Agustina, de 87 años.
Para los habitantes de la región del Valle de Tianguistenco, el lugar es místico. Aseguran que hace una década, un empleado de limpieza se percató de que la Morenita del Tepeyac había aparecido en el piso del templo que se le había construido en esta comunidad. Para ellos esto significa todo un milagro de fe, ya que, aseguran, en ese momento el pueblo pasaba por tiempos difíciles.
“Estimamos una visita de más de 50 mil personas y obviamente empezamos desde el sábado, ayer 11 y hoy 12, mañana también todavía llega mucha gente a visitar aquí a nuestra Virgen de Guadalupe”, comentó Carlo, integrante de la Mayordomía 2022 de Gualupita.
Castillos de pirotecnia, una feria y miles de flores adornan la iglesia de Guadalupe Yancuictlalpan, pero la fe se palpa en quienes llegan de rodillas, con rosarios en las manos y con plegarias en sus corazones.
Para que todos los asistentes puedan apreciar el lienzo que data del siglo XIX de la Virgen, los organizadores pidieron orden y devoción.