Muerte de Jóvenes en Zacatecas: Gobernador David Monreal Culpa a la ‘Herencia Maldita’

Después del secuestro de siete jóvenes en Zacatecas ─de los cuales seis fueron localizados sin vida y uno más lesionado─ el gobernador David Monreal consideró que el caso es producto del abandono y la descomposición social; “nadie puede negar que es una herencia maldita”, sostuvo.

El jueves 28 de septiembre de 2023, la Fiscalía zacatecana confirmó que los seis cuerpos encontrados en el municipio de Villanueva corresponden a los jóvenes privados de su libertad el pasado domingo en una finca de la localidad de Malpaso.

Sobre el tema, David Monreal lamentó la “irresponsabilidad de algunos politiqueros” y acusó que nunca hicieron nada, solo cerraron los ojos y dejaron a los jóvenes en el abandono.

 Lamento la irresponsabilidad de algunos politiqueros, nunca hicieron nada y nadie puede negar que es una herencia maldita, cerraron los ojos, nunca se ayudó a la policía, nunca se tomó en serio, se abandonó a los jóvenes, se abandonó la prevención, se abandonó al pueblo.

Además de los seis cuerpos encontrados, las autoridades hallaron con vida al séptimo joven desaparecido, quien se encuentra herido y declarando ante las instancias correspondientes.

Víctimas murieron por traumatismo craneoencefálico

De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de Zacatecas, seis de los jóvenes secuestrados en el municipio de Villanueva fallecieron por traumatismo craneoencefálico, mientras el adolescente que logró sobrevivir y ser rescatado entre las comunidades de Casa Blanca y Soledad continúa recibiendo atención médica en un hospital.

Por estos hechos hay detenidos dos jóvenes originarios de Durango, uno de 15 y otro de 16 años de edad.

Al respecto, el fiscal Francisco José Murillo refirió que ambos pueden tener relación con los hechos.

Testigos reconocen que ellos pueden ser parte del grupo armado que se llevó a las víctimas, dato de prueba que ha sido suficiente para obtener orden de aprehensión en su contra por el delito de secuestro agravado en perjuicio de los siete jóvenes.

Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha señalado que hay un trabajo conjunto para esclarecer los hechos y se ha reservado el dato del grupo delictivo responsable de los hechos.

Último adiós a las víctimas

Durante la madrugada y mañana del jueves, los cuerpos de los seis jóvenes fueron entregados y despedidos por sus familias en la comunidad de Malpaso, en la colonia Felipe Ángeles, Presa de Maravillas, en Villanueva y en la capital de Zacatecas.

Cerca de las 14:00 horas llegaron dos carrozas blancas a Malpaso acompañadas de música con los restos de Oscar y Diego.

Avanzaron hasta el templo de la Ascensión, en el centro de la localidad, donde se celebró una misa de cuerpo presente. Después fueron velados en el salón Ejidal de Malpaso, a donde acudieron familiares, amigos y decenas de pobladores de la localidad.

Un habitante de la región expresó que la situación es muy difícil porque los pobladores no están acostumbrados a situaciones similares, aunque admitió que sí han vivido muchas cosas de inseguridad.

Mientras que un familiar de las víctimas manifestó su pesar por los hechos y admitió que existe miedo en el área tras el suceso.

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María Pilar de la Luz Cárdenas, en tanto, contó la historia de Oscar (de 15 años), a quien consideraba como su sobrino porque desde los 12 años se hizo cargo de él.

La mujer narró que el menos de edad perdió a su mamá porque su padre la asesinó a puñaladas:

Él perdió a su mamá, tenía 12 años y ahorita ya tiene 15. Perdió a su mamá, su papá le quitó la vida, él la levantó, él vio cómo su papá la mató, a puñaladas, le dio 34, entonces él sufrió mucho y de ahí el niño necesitó ayuda y no la tuvo.

Por otra parte, en la capital del estado fueron velados Héctor Alejandro Saucedo Acevedo de 17 años, hijo de los dueños del rancho “El Potrerito” ─de donde fueron sacados la madrugada del domingo─ y su primo Jorge Alberto René Ocón de 14 años, quien vivía con sus tíos en Malpaso.

Después se realizó una ceremonia religiosa y más tarde fueron despedidos en un panteón ubicado en la capital del estado.

Las familias denunciaron que hubo retrasos en las investigaciones y ahora exigen justicia y el esclarecimiento de los hechos.

“Cada momento se les dijo dónde estaban, qué se podía hacer y no hacían caso, esto es lo peor del caso, este es el gran dolor que vive la sociedad y para nosotros es una injusticia”, comentó uno de los familiares.

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Con información de Ruth Jaime, corresponsal N+.

spb