De Santa Ana Nichi a la UNAM: Doctora Mazahua que Predice Tormentas Solares

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Ruth Barrios Fuentes

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Doctora en Ciencias de la Tierra por la UNAM, Elsa Sánchez García estudia el clima espacial y su impacto en México

La doctora mazahua comparte su pasión por el Sol y la Tierra

La doctora mazahua comparte su pasión por el Sol y la Tierra. Foto: N+FORO

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Originaria de Santa Ana Nichi, en San Felipe del Progreso, Estado de México, Elsa Sánchez García es doctora en Ciencias de la Tierra por la UNAM y dedica su carrera a entender cómo el Sol impacta la vida en nuestro planeta.

Cuando el Sol estalla, las tormentas solares pueden alterar comunicaciones, navegación GPS y redes eléctricas. Desde su laboratorio, Elsa Sánchez García analiza datos espaciales para anticipar riesgos y explicar cómo se comporta la magnetosfera terrestre frente a estos embates. Su historia, marcada por esfuerzo, recuerda que el talento mexicano puede llegar tan lejos como el espacio.

Elsa Sánchez García es una doctora en ciencias que logró su meta académica, aún con múltiples factores adversos. La historia es de UNAM Global.

Vigilar el Sol para proteger la Tierra

La labor de Elsa Sánchez García se centra en el estudio del clima espacial. Analiza las condiciones del Sol y del medio interplanetario, el entorno que rodea a nuestra estrella. Con información obtenida por naves espaciales, identifica eventos que podrían afectar a la Tierra y evalúa su posible impacto en la magnetosfera.

En un mundo hiperconectado, su trabajo ayuda a comprender por qué una tormenta solar puede interrumpir servicios de comunicación o navegación GPS y por qué es clave vigilar estos fenómenos con rigor científico y en tiempo real para mitigar consecuencias.

En entrevista con N+FORO, la científica Elsa Sánchez García explicó con detalle su especialidad y la relevancia de su monitoreo, y señaló:

Mi área específica es analizar las condiciones del Sol y cuáles son sus repercusiones sobre la Tierra y analizo las condiciones del medio interplanetario que es el espacio que rodea al Sol. Entonces, yo tengo que determinar a través de datos in situ de las naves espaciales, cómo es la condición del medio interplanetario y si hay algún evento en particular tengo que vigilarlo y, en cierto momento, también tengo que dar informar cuánto puede afectar a la magnetósfera de la Tierra y, en particular, el campo magnético de la Tierra.

Del campo a la ciencia: sacrificios que marcaron su camino

El trayecto de Elsa Sánchez García hacia la universidad estuvo lleno de obstáculos económicos y sociales. Para costear sus estudios, pastoreó borregos, vendió elotes y trabajó como empleada del hogar.

Ese esfuerzo la llevó a cursar la licenciatura en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y después a continuar con grados superiores en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Su historia inspira porque demuestra que el origen no determina el destino y que la constancia, sumada a oportunidades educativas, puede abrir puertas incluso en disciplinas científicas altamente competitivas.

Al recordar su entorno y los retos que enfrentó para seguir estudiando, Elsa Sánchez García resumió el peso de esas barreras y la forma en que aprendió a sortearlas.

Debido a las condiciones sociales, culturales y económicas en las que me formé, en las que crecí, pues sí fue un poquito complicado. Sin embargo, a través de los años, fui realizando diversas actividades para lograr mi objetivo.

Formación sólida y doble jornada: ciencia y maternidad

Además de su compromiso con la investigación científica, Elsa Sánchez García asume otra responsabilidad enorme: la maternidad.

Conciliar la vida científica con la crianza implica una doble jornada, con tiempos que se reparten entre el análisis de datos, la colaboración con equipos académicos y las tareas de cuidado. Este equilibrio, que muchas mujeres mexicanas conocen de primera mano, requiere disciplina, redes de apoyo y políticas que permitan avanzar en la carrera sin renunciar a la vida familiar.

Su trayectoria académica, forjada en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y consolidada en la UNAM, demuestra que la excelencia científica también se alimenta de perseverancia cotidiana.

Un mensaje que sacude: persiste aunque el camino se ponga cuesta arriba

Desde su experiencia, Elsa Sánchez García invita a jóvenes de todo el país a no renunciar a lo que sueñan. Su llamado resuena por igual en aulas rurales y urbanas, porque nace de quien convirtió las dificultades en combustible. La ciencia necesita más voces diversas y más historias como la suya, capaces de inspirar a nuevas generaciones a mirar al cielo con curiosidad y a la Tierra con responsabilidad.

Invito a todas las chicas, a los chicos, sin discriminar a nadie, a que sigan sus sueños. Todos tenemos sueños. Todos quisiéramos hacerlos realidad, sin embargo, a veces, en ese proceso de hacerlos realidad, nos vamos enfrentando a diferentes obstáculos. Nada es fácil, pero si los abandonamos, nunca lo vamos a lograr.

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