Guadalupe quedó sepultada aquel fatídico 22 de abril. Pudo ser rescatada de la tierra y devuelta a la vida, pero quedó mutilada física y moralmente.

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Hoy, la mujer de 40 años simboliza todo el devenir de la máxima tragedia tapatía. Representa el trauma, las secuelas y la perpetua sed de justicia que aún marcan a los sobrevivientes, a 31 años de las explosiones.

Es muy difícil, ahorita siento mucho dolor porque cada año recordarlo, tenía 9 años, ahorita tengo 40, cuánto tiempo he pasado sin un brazo, salir adelante.

Narró Guadalupe Castillo, sobreviviente de la explosión.

Millones de litros de gasolina inundaron el drenaje de la zona industrial y, finalmente, explotaron calles y casas en amplia zona del barrio de Analco y otras zonas cercanas.

Guadalupe Castillo, sobreviviente de explosiones el 22 de abril de 1992 en Guadalajara. Foto: N+

Lo que no es equitativo es que quien ocasionó las explosiones, Petróleos Mexicanos, no haya aceptado una responsabilidad histórica.

Así, este 22 de abril fue un día de reconsideraciones y memorias.

Y todo cayó encima de mí, duré minutos u horas enterrada, hasta que mi mamá y otras personas se arrimaron a buscarme, lo recuerdo muy triste. Recuerdo cuando estaba enterrada, vi a mi mamá por un agujerito y yo le gritaba '¡sácame, mamá!

Jorge Ocegueda / N+

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