Hoy a mediodía, el portón del Rancho Izaguirre fue abierto para permitir el ingreso a medios de comunicación, colectivos de búsqueda de personas desaparecidas y civiles.
Un módulo de registro en la entrada recibió a las y los periodistas. N+ Guadalajara entró en el primer grupo donde recorrieron el predio de alrededor de 5 mil metros cuadrados.

Al entrar, había una edificación de doble planta con dos cuartos. Siguiendo el camino al fondo a la derecha, estaba un bodegón donde fueron encontradas prendas de vestir, mochilas y calzado. Ahí se observaron filas de adoquín removidas y algunos pozos.

Entre la tierra resaltaban cepillos, empaques de pastas dentales, esmalte para uñas, una máquina rasuradora, envoltorios de alimentos industrializados y pesas artesanales hechas con tubos de fierro y latas de aluminio con cemento.

Bajo las placas de adoquín, buscadores identificaron espacios huecos donde sospechan que puede haber indicios o restos humanos.

De frente, se observó una construcción en color tinto dividida en tres espacios. Ahí estaban los baños con letrinas en decadencia. Al extremo izquierdo, en un cuarto sin puerta, encontramos lo que parecía ser el área del comedor, con refrigeradores en desuso y vaporeras tiznadas. A un costado, un toldo de láminas cubre tres quemadores para cocinar, y la pared de hormigón está impregnada de hollín.

Son indicios de que algo está abajo. Con la experiencia que ya tenemos, allá está firme y aquí no

Colectivo de búsqueda de desaparecidos.

Ingresan al Rancho de Teuchitlán. Foto: N+

Durante el recorrido por el Rancho Izaguirre, siguiendo el camino marcado por las autoridades en todo el predio se observaba tierra removida, decenas y decenas de excavaciones.

En la parte central izquierda del predio, estaba una instalación de entrenamiento físico conformada por troncos semienterrados y unidos por alambre de púas casi a ras del piso. Le seguía una serie de llantas semienterradas, para finalizar con un pasamanos de tubos.

A la derecha, estaban los tres primeros puntos de inhumación clandestina con características de cremación, encontrados por los Guerreros Buscadores hace dos semanas. En esa área, entre los montículos de tierra, había latas oxidadas, envases de plástico y bolsas negras con signos de exposición al fuego.

Una estampa desoladora que causó conmoción y crisis nerviosa en familiares de personas desaparecidas.

Encontré una maleta, una mochila, una sudadera, un pantalón

Irma.

Casi al fondo del rancho se encontró un par de habitaciones conjuntas carentes de cristales en las ventanas y sin puertas, vacías, con líquidos derramados y lo que parecía ser alimentos descompuestos. Al final del inmueble, una construcción laberíntica elaborada con estructuras metálicas y láminas

Moisés Hernández

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