El futbolista iraní Amir Nasr-Azadani fue condenado a muerte tras participar en las manifestaciones a favor de los derechos de las mujeres en su país.

Se le acusa de ser miembro de un grupo armado responsable del asesinato de tres agentes de seguridad el pasado 16 de noviembre en la ciudad de Isfahán, Irán.

De acuerdo con funcionarios de aquella nación, el futbolista confesó el crimen y cuentan con grabaciones de circuito cerrado de televisión, además de otras pruebas contra él y otros nueve acusados.

Amir Nasr-Azadani fue detenido el pasado 20 de noviembre, acusado del delito llamado “moharebeh”, que se traduce como “odio contra Dios” y por el que ya han sido ejecutados otros manifestantes.

La emisora estatal IRIB difundió confesiones forzadas que tres personas que afirmaban haber participado en el asesinato del coronel Esmaeil Cheraghi durante una jornada de protestas a favor de los derechos de las mujeres.

Fuentes locales confirmaron que Azadani sí participó en las protestas de aquel día, pero que su participación en el asesinato del coronel era falsa, pues se encontraba lejos del lugar donde ocurrieron los hechos.

Organizaciones como FIFPro (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales), la Unión Europea o el propio Gobierno estadounidense han condenado los hechos, mientras que la organización Humans Right Watch alertó por el aumento de ejecuciones en la nación islámica.

Irán realiza ejecuciones por “odio contra Dios”

En la República Islámica de Irán se han realizado dos ejecuciones por el delito de “odio o enemistad contra Dios” en las últimas semanas.

La ejecución de Rahnavard, de 23 años, se realizó de manera pública el pasado 12 de diciembre en la ciudad de Mashand. Un tribunal lo declaró culpable de apuñalar a muerte a dos miembros del equipo paramilitar Fuerza de Resistencia Basij.

Previamente, el 8 de diciembre, fue ejecutado Mohsen Shekari, de 23 años de edad, también condenado a muerte por “odio contra Dios”.

Con información de N+ y Reuters

OAGL