La mañana de este 6 de mayo, Carlos III y su esposa, Camila, fueron coronados en una fastuosa ceremonia en Londres, evento no visto en el Reino Unido desde hace 70 años.

El rey, de 74 años, y la reina, de 75, salieron en la carroza Diamond Jubilee del Palacio de Buckingham en una corta procesión hasta la Abadía de Westminster, a donde llegaron con precisión milimétrica y cuyas campanas repicaron por dos minutos.

Miles de admiradores de los monarcas se acercaron desde primera hora de la mañana, algunos desde hace días, tras las barreras colocadas en la avenida The Mall.

Rey Carlos III: Ceremonia de Coronación

Unos 2 mil 300 invitados, incluidos figuras y líderes internacionales, como la primera dama estadounidense Jill Biden, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva o los reyes Felipe VI y Letizia de España, además de cientos de representantes de la sociedad civil británica, fueron testigos del evento en la Abadía de Westminster.

Harry, hijo menor del rey Carlos III, también llegó a la Abadía de Westminster para asistir a la coronación. Pese a estar distanciado de la familia real británica y haberse apartado de la Casa Real, el duque de Sussex llegó al templo anglicano junto con sus primas, las princesas Beatriz y Eugenia.

Rey Carlos III Saluda Desde el Balcón de Buckingham

Ataviado con una capa de armiño, el rey Carlos III entró en la abadía seguido por varios niños, entre ellos su nieto, el príncipe Jorge, segundo en la línea de sucesión a la corona británica, que hizo de paje junto con los nietos de Camila.

Por detrás del rey, entraron Camila y los príncipes de Gales, William y Kate, ambos vestidos con trajes ceremoniales.

William y Kate, duques de Cambridge, en la coronación del rey Carlos III. Foto: Twitter @KensingtonRoyal

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, fue el encargado de presidir esta coronación, la primera desde junio de 1953, cuando la reina Isabel II fue coronada también en este templo anglicano.

Carlos III prestó juramento con sus manos sobre la Santa Biblia, hizo una oración y firmó sus juramentos para reconocer las distintas religiones que se profesan en el país y como jefe de la Iglesia anglicana.

La Unción, la investidura y la coronación

El rey Carlos III fue ungido con aceite consagrado por el patriarca de Jerusalén. Al ser ungido, significa que tiene línea directa con Dios. Luego fue vestido de nuevo con sus prendas. El príncipe de Gales, William, participó en la ceremonia acercándose al altar con la estola y la túnica púrpura.

El príncipe William Jura Lealtad al Rey

Al rey se le entregó el orbe del soberano, que simboliza el mundo; el cetro con cruz, que representa el mundo cristiano; y el cetro de la paloma, símbolo del papel espiritual del monarca.

Ataviado con una capa dorada, el primado de la iglesia de Inglaterra le entregó al rey el guante blanco del poder.

Carlos III y Camila, Coronados Nuevos Reyes de Reino Unido — El rey Carlos III es oficialmente coronado como el nuevo monarca de Reino Unido. Foto: AP

Antes de colocarle la corona hecha de oro y decorada con rubíes, amatistas, zafiros, granate y topacios, el arzobispo de Canterbury ofreció una oración.

Después la colocó en la cabeza de Carlos III y pronunció: "God Save the King" ("Dios salve al rey").

Esta será la única vez en su vida que el monarca portará la corona de San Eduardo.

La reina Camila fue coronada después del monarca, en un ritual más sencillo.

Sentados en primera fila en la imponente Abadía de Westminster, los herederos de la corona, William y Kate, siguieron la ceremonia religiosa, puntuada de cánticos y lecturas del Evangelio, concebida según un pomposo rito prácticamente inmutable desde hace mil años.

Harry se sentó junto a sus primos en la tercera fila, sin su esposa Meghan Markle, que se quedó en California con sus dos hijos.

Carlos III y Camila abandonaron la Abadía de Westminster tras haber sido coronados como reyes del Reino Unido, e iniciaron la procesión hacia el palacio de Buckingham a bordo de la suntuosa Gold State, la Carroza Dorada de Estado.

Acompañados por cuatro mil militares ataviados de gala, los reyes saludaron a la multitud apostada en la ruta de dos kilómetros hacia su residencia oficial en Londres.

Tras llegar al Palacio de Buckingham se produjo el saludo real del Reino Unido y las Fuerzas Armadas.

Instantes después dieron paso a una de las imágenes más esperadas, cuando Carlos III y Camila, acompañados de otros miembros de la familia real, saludaron desde el balcón al pueblo británico.

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Con información de N+, AFP y EFE.
LLH