Bombarderos furtivos B-2 Spirit de la Fuerza Aérea de Estados Unidos sobrevolaban este sábado el océano Pacífico, según datos de seguimiento aéreo e informes de prensa, lo que ha avivado las especulaciones sobre una posible acción militar en un contexto de creciente tensión con Irán.

De acuerdo con el New York Times y portales especializados en monitoreo de aeronaves, varios bombarderos estratégicos despegaron durante la noche desde una base en el centro del país y fueron detectados más tarde volando frente a la costa de California, escoltados por aviones de reabastecimiento en vuelo.

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El B-2, una de las aeronaves más avanzadas del arsenal estadounidense, es capaz de portar la bomba antibúnkeres GBU-57, una ojiva de más de 13 toneladas diseñada para penetrar hasta 61 metros bajo tierra antes de detonar.

Esta arma es considerada la única en el inventario estadounidense con capacidad para destruir instalaciones nucleares profundamente enterradas, como las que se presume Irán posee.

Se desconoce si Israel, aliado de Washington y actual protagonista de una ofensiva militar contra Irán, cuenta con este tipo de armamento.

Consultado por la prensa, el Pentágono remitió las preguntas a la Casa Blanca, que hasta el momento no ha emitido declaraciones.

Mientras tanto, el presidente Donald Trump, quien había abandonado la capital para el fin de semana, regresará esta noche a Washington para presidir una reunión de seguridad nacional, cuyo contenido no ha sido revelado.

El viernes, Trump declaró que Irán tiene "como máximo dos semanas" para evitar un posible ataque aéreo por parte de Estados Unidos, una afirmación que ha sido interpretada como una advertencia directa, adelantando la posibilidad de una decisión inminente.

Este despliegue militar y la retórica presidencial se producen en un momento de máxima tensión en Medio Oriente, con el mundo observando de cerca los movimientos de Washington y sus aliados.

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