Michelle Ávila y Antonio Moreno al unir sus vidas cumplieron la última voluntad de un padre moribundo quien pudo ser testigo del enlace.

El hospital donde permanecía internado organizó la boda sorpresa y de forma conmovedora pudo decirle adiós a su hija.

La joven novia tenía una gran preocupación, su padre José Antonio Ávila había sido admitido el 22 de febrero en el Sistema de Salud UMC en Lubbock, Texas, con norovirus y luego desarrolló complicaciones. incluida una enfermedad pulmonar intersticial.

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La pareja decidió adelantar el momento de unirse porque sabían que el último deseo del padre era verla casarse.

Pronto, la pareja empezó a preguntar al personal del hospital cómo podían hacer que todo esto sucediera. Finalmente, la noticia llegó a Sheena Helm, enfermera a cargo de UMC Health en la unidad de cuidados intensivos médicos, quien acababa de terminar su turno el 7 de marzo cuando se enteró de la solicitud.

Le envié un correo electrónico a nuestro director ejecutivo y en 15 minutos me respondió en una enorme cadena de correo electrónico grupal con personas de la administración de las que nunca había oído hablar. Recibí múltiples correos, supongo que la administración tampoco durmió mucho, y al día siguiente, a las 14:00 horas, tuvimos una boda completa.

Lo que la pareja no sabía era que lo que imaginaban como una pequeña ceremonia junto a la cama del hospital se convertiría en más de lo que jamás hubieran imaginado: una ceremonia completa el 8 de marzo, con decoraciones en los pasillos de la unidad de cuidados intensivos médicos, docenas de girasoles artificiales y rosas rojas, y todo un equipo de organizadores de bodas voluntarios.

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La novia sabía que tener a su padre era una forma de agradecerle por “amarla toda la vida”, relata que aquel día él estaba "lleno de alegría” para presenciar su boda, cinco días antes de su muerte a los 65 años.

Se podía ver en sus ojos. Estaba alegre. Siguió agradeciendo a todos por ese momento e incluso a la mañana siguiente, antes de que su salud empeorara, siguió agradeciendo a los médicos y enfermeras, simplemente diciendo cuánto estaba agradecido.

Él estaba agradecido por los momentos antes de trascender, de forma conmovedora y entre lagrimas se despidió:

Siento que Dios respondió cada deseo que pude pedir, y por eso, estoy eternamente agradecido. Fue algo como sacado de una película.

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Con información de N+

HVI