El presidente Donald Trump autorizó el despliegue de 2,000 miembros de la Guardia Nacional en Los Ángeles mediante un Memorando Presidencial, según informó la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. La medida responde a incidentes violentos registrados durante operaciones de deportación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la ciudad californiana.

Según las declaraciones oficiales de la administración Trump, "en los últimos días, turbas violentas han atacado a oficiales de ICE y agentes policiales federales que llevan a cabo operaciones básicas de deportación en Los Ángeles, California".

Video: Protestas en Los Ángeles Podrían Llegar al Centro; Guardia Nacional Entraría en Acción.

La Casa Blanca caracterizó estas operaciones como "esenciales para detener y revertir la invasión de criminales ilegales a los Estados Unidos", utilizando terminología que refleja la perspectiva oficial de la administración sobre las políticas migratorias.

El gobierno federal atribuyó la necesidad del despliegue militar a lo que considera una falta de acción por parte de las autoridades locales. La administración Trump declaró que "los incompetentes líderes demócratas de California han abdicado por completo de su responsabilidad de proteger a sus ciudadanos".

La justificación oficial indica que el despliegue militar busca "abordar la anarquía que se ha permitido que se agrave" en la región, según el comunicado gubernamental.

"La administración Trump tiene una política de tolerancia cero hacia el comportamiento criminal y la violencia, especialmente cuando esa violencia está dirigida contra agentes del orden que intentan hacer su trabajo", estableció la Casa Blanca en sus declaraciones.

Las autoridades federales advirtieron sobre consecuencias legales para los manifestantes. "Estos criminales serán arrestados y llevados rápidamente ante la justicia", señaló la administración.

La Casa Blanca concluyó sus declaraciones afirmando que "el Comandante en Jefe garantizará que las leyes de los Estados Unidos se ejecuten plena y completamente".

"Serán procesados agresivamente"

El vicepresidente JD Vance reforzó la posición gubernamental con declaraciones adicionales sobre el despliegue militar y las implicaciones legales de los disturbios.

"El presidente desplegará la guardia nacional para sofocar estas protestas, y cualquier persona que viole la ley u obstruya su aplicación será procesada agresivamente", declaró Vance.

El vicepresidente también hizo referencia a aspectos técnicos de los debates migratorios:

Una de las principales cuestiones técnicas en las batallas judiciales sobre inmigración es si la crisis fronteriza de Biden se considera una 'invasión'

Vance caracterizó los eventos como una situación donde "ahora tenemos extranjeros sin derecho a estar en el país ondeando banderas extranjeras y agrediendo a las fuerzas del orden". En sus declaraciones dirigidas a los manifestantes, el vicepresidente estableció una distinción:

Para los alborotadores de extrema izquierda, un consejo útil: la protesta pacífica es buena. Los disturbios y la obstrucción de la justicia no lo son

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