Las autoridades de Idaho indicaron que la investigación por el asesinato de cuatro estudiantes universitarios será larga. Por lo pronto, ya han pasado doce días desde que sucedieron los hechos y no hay pistas sólidas para dar con él o los culpables.

El 13 de noviembre se recibió una llamada a las 11:58 hora local, donde uno de los compañeros de casa de las víctimas informó que había una persona inconsciente. Pero en realidad era algo mucho más serio: cuatro personas muertas. La autopsia efectuada a los cuatro cuerpos determinó que la causa de muerte fueron puñaladas.

"Todos queremos saber qué pasó. Las familias y toda la comunidad merecen saberlo. Seguimos avanzando y buscando respuestas para que se haga justicia", indicó James Fry, jefe de Policía de la ciudad de Moscow, en Idaho.

Información del caso facilitada por la policía local en su página web indica que las víctimas fueron apuñaladas en varias ocasiones y algunas tenían heridas defensivas pero no presentaban señales de agresión sexual.

Los cuatro universitarios fallecidos habían llegado a su casa el 13 de noviembre por la madrugada entre la 01:45 y 02:00 horas.

Kaylee Goncalves y Madison Mogen, dos de las víctimas, habían estado previamente en un bar, las otras dos, Ethan Chapin y Xana Kernodle, en una fiesta en la fraternidad Sigma Chi House, de la Universidad de Idaho.

Chapin, el novio de Kernodle, no vivía en la casa donde los dos compañeros sobrevivientes, que también habían salido por separado y vuelto un poco antes, alrededor de la 1 de la madrugada, no despertaron hasta el día siguiente.

Roger Lanier, capitán de la Policía de Moscow, indicó que no consideran sospechosos ni a los dos sobrevivientes del ataque, ni al conductor que llevó a Goncalves y Mogen de regreso.

Hasta el momento no hay ningún detenido, la policía continúa buscando el arma homicida, que podría ser un cuchillo de hoja fija.

Dos de las víctimas estaban en el segundo piso de la casa y los otros dos en el tercero y ningún cuerpo había sido atado de manos.

La policía local de Moscow, la policía estatal de Idaho y el FBI participan en la investigación con más de 100 agentes.

Con información de EFE

LECQ