El Colegio Cardenalicio ha anunciado que el próximo 7 de mayo de 2025 comenzará el Cónclave para elegir al 267º Sucesor de Pedro, tras la conclusión de las Misas de sufragio por el eterno descanso del Papa Francisco.

Esta decisión fue tomada durante la V Congregación General celebrada el 28 de abril, donde más de 180 Cardenales se reunieron en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano.

Durante la Congregación General se presentaron 20 intervenciones sobre la Iglesia, su relación con el mundo, los desafíos actuales y las cualidades que deberá tener el nuevo Papa. Además, se eligió a tres nuevos Cardenales para la Comisión que asiste al Cardenal Camarlengo: Reinhard Marx, Luis Antonio Tagle y Dominique Mamberti.

Video: Cónclave: ¿Cuántos Cardenales Participarán en la Elección del Nuevo Papa?

El proceso de elección del nuevo Pontífice está regulado por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por el Papa San Juan Pablo II en 1996 y actualizada posteriormente por Benedicto XVI.

Este documento establece que el Cónclave debe comenzar entre el decimoquinto y vigésimo día después de la muerte del Papa, aunque el Colegio Cardenalicio tiene la facultad de adelantar su inicio si todos los electores están presentes.

La mañana del 7 de mayo, los Cardenales concelebrarán la solemne Misa "pro eligendo Pontifice", presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio. Por la tarde, se dirigirán en procesión hacia la Capilla Sixtina, donde cantarán el himno Veni, Creator Spiritus y prestarán juramento antes de iniciar las votaciones.

Para la elección del nuevo Papa se requiere una mayoría cualificada de dos tercios. El proceso prevé cuatro escrutinios diarios: dos por la mañana y dos por la tarde. Si después de la 33ª o 34ª votación no se ha logrado la elección, se realizará una segunda vuelta directa entre los dos cardenales que hayan obtenido mayor número de votos en la última votación, manteniéndose siempre la necesidad de una mayoría de dos tercios.

¿Qué Sigue Después del Cónclave?

Una vez que un candidato obtiene la mayoría requerida, el último de los Cardenales Diáconos llama al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas y al Secretario del Colegio Cardenalicio.

Al elegido se le pregunta: "¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?" (¿Acepta usted su elección canónica como sumo pontífice?). Tras su aceptación, se le pregunta: "¿Quo nomine vis vocari?" (¿Cómo quieres que te llamen?), a lo que responderá con su nombre pontificio.

Inmediatamente después, se queman las papeletas produciendo el característico humo blanco visible desde la Plaza de San Pedro. El nuevo Pontífice se retira a la "Sala de las Lágrimas", la sacristía de la Capilla Sixtina, donde se reviste por primera vez con los ornamentos papales.

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Después de recibir el homenaje de los cardenales y la oración por el nuevo Papa, se entona el Te Deum marcando el final del Cónclave. El Cardenal Protodiácono realiza entonces el famoso anuncio "Habemus Papam" desde la logia central de la Basílica de San Pedro, revelando el nombre elegido por el nuevo Pontífice.

El Papa aparece precedido por la cruz procesional e imparte su primera bendición solemne Urbi et Orbi a la multitud congregada en la Plaza de San Pedro. A partir de este momento, el elegido adquiere la plena y suprema autoridad sobre la Iglesia Universal.

El último paso requerido es que, tras la ceremonia solemne de inauguración del Pontificado y dentro de un tiempo adecuado, el nuevo Papa tome posesión formalmente de la Archibasílica Patriarcal de San Juan de Letrán, según el rito prescrito, completando así el proceso de sucesión apostólica en la Sede de San Pedro.

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