Katie Hobbs tomó juramento para convertirse en la 24 gobernadora de Arizona y la primera demócrata en ocupar el puesto desde 2009.

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Hobbs fue investida en una ceremonia privada en el Capitolio estatal, en la que formalmente tomó el mando que ejercía el republicano Doug Ducey.

El jueves está programada una investidura pública para la gobernadora y otras personas que asumirán puestos en el estado.

Hobbs estaba acompañada de sus padres, esposo y dos hijos cuando colocó su mano sobre una Biblia de la familia y prestó juramento en el vestíbulo de las oficinas del gobernador, según una transmisión en vivo del evento, que no fue abierto al público ni a la prensa. Las lágrimas de felicidad de su madre distrajeron a la gobernadora entrante, quien hizo una pausa para bromear: “¡Ya para, mamá!”.

Después posó junto a su familia para fotos y firmó un certificado. Hobbs es la secretaria de Estado saliente y previamente fue una legisladora estatal que ascendió hasta ser la demócrata de mayor rango en el Senado. En su papel de gobernadora tendrá que trabajar con una Cámara de Representantes y Senado controlados por los republicanos por un estrecho margen. La nueva legislatura se reunirá por primera vez la próxima semana.

Hobbs asume el mando de un estado con una economía fuerte y una sólida posición financiera, con un gran superávit presupuestario previsto para el próximo año fiscal.

Pero hay vientos en contra en el horizonte. Phoenix tiene uno de los niveles de inflación más grandes del país y los costos de vivienda se han disparado, ya que el rápido crecimiento poblacional superó a la construcción de hogares, en una contradicción a la reputación del estado de ser accesible. Y el suministro de agua está limitado debido a la sequía.

Hobbs derrotó por estrecho margen a la republicana Kari Lake, una exconductora televisiva respaldada por el expresidente Donald Trump.

Con información de AP

HVI