De acuerdo con voceros militares israelíes, el ataque que lanzó Irán el sábado pasado era más que una demostración de fuerza, sino que su intención era dañar al país, al utilizar más de un centenar de misiles balísticos cargados con más de 400 kilos de explosivos en sus cabezas.

Hasta el momento, las fuerzas israelíes solo han recuperado algunos de los cerca de 120 misiles enviados por Irán, ya que la mayoría fueron interceptados fuera de sus fronteras y están esparcidos por Jordania o en otros sitios.

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En la base militar Julis, cerca de la ciudad Ashdod, en Israel, las autoridades muestran los restos de uno de estos cohetes recuperado del mar Muerto y que probablemente fue interceptado por los sistemas antiaéreos.

Según el coronel Olivier Rafowicz, este misil llevaba alrededor de 450 kilos de explosivos en su cabeza.

Puede destruir un barrio y matar a cientos de personas si hay una densidad muy grande, como es el caso de Tel Aviv

Y advirtió que Irán cuenta con muchos más en su arsenal de este tipo junto con otros más avanzados.

Un teniente añadió que, si ese misil hubiera caído en un centro de población, hubiera matado a un 99 % de lo que se encontrase a veinte metros a la redonda.

Irán lanzó además de los 120 misiles balísticos, 170 drones y 30 misiles de crucero en su ataque. En total, Israel estima que cerca de 60 toneladas de explosivos se dirigieron contra su país durante la ofensiva.

Defensa antiaérea

Y aunque el Ejército de Israel suele destacar que un 99 % de los proyectiles fueron interceptados, el medio israelí Maariv publicó una entrevista con un analista que aseguró que la tasa estuvo más cerca del 84 %.

Mientras que según el medio The Intercept, que cita a fuentes militares estadounidenses, Washington fue quien acabó con la mayoría de ellos, muchos de los cuales sufrieron fallos tanto al despegar como en pleno vuelo.

Solo la base militar de Nevatim al sur de Israel resultó levemente dañada, mientras que una niña beduina de siete años fue herida de gravedad por un impacto directo, según la portavoz militar Tammy Shur.

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Con información de EFE
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