Descubren que Macacos Tienen Más Sexo Entre Machos que con Hembras
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Los resultados del estudio rechazan la idea de que el sexo entre machos "'desafía a la naturaleza y la evolución', como se señala en la llamada 'paradoja darwiniana'

La bisexualidad en los macacos muestra una evolución en la especie. Foto: Pexels | Ilustrativa
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La observación de una colonia salvaje de macacos rhesus durante tres años, en Puerto Rico, demostró que el sexo entre machos está muy extendido entre los miembros de la manda y puede ser beneficioso para la especie.
Los resultados del estudio, publicados en la revista 'Nature Ecology and Evolution', sugieren que este comportamiento puede ser una característica común de la reproducción de los primates, quienes tienen más encuentros sexuales entre ellos que con las hembras.
Además, las observaciones y los datos genéticos realizados por investigadores del Imperial College de Londres, constituyen el primer estudio a largo plazo sobre el comportamiento sexual entre machos de una misma especie.
Sobre este trabajo fue Jackson Clive, el investigador del Centro Georgina Mace para el Planeta Vivo del Imperial College, y primer autor del estudio, quien dijo en un comunicado que "la mayoría de los machos eran bisexuales en su comportamiento, y que la variación en la actividad del mismo sexo era hereditaria".
"Esto significa que el comportamiento puede tener una base evolutiva en la que también descubrimos que los machos que copulaban entre sí tenían más probabilidades de apoyarse mutuamente en los conflictos. Esto tal vez podría ser uno de los muchos beneficios sociales de la actividad sexual entre individuos del mismo sexo", agregó.
De acuerdo con Clive, esta investigación "muestra que los comportamientos sexuales entre ejemplares del mismo sexo pueden ser comunes entre los animales y pueden evolucionar", por lo que el investigador espera que los resultados de su trabajo "fomenten nuevos descubrimientos en esta área".
Los detalles del estudio sobre el comportamiento sexual entre macacos rhesus
El equipo de trabajo de Jackson Clive estudió a 236 machos de una colonia de mil 700 macacos rhesus que vivían en libertad en la isla tropical de Cayo Santiago, en Puerto Rico.
Además de observar su comportamiento y realizar análisis genéticos, el equipo tuvo acceso a los registros genealógicos de 1956 que detallan el parentesco de cada individuo.
Así, los investigadores registraron todos los encuentros sexuales de los 236 machos, tanto de machos con machos como de machos con hembras, y más tarde comprobaron que las montas entre machos del mismo sexo estaban muy extendidas con un porcentaje del 72%, frente al 46% en el caso de las montas entre machos y hembras.
El sexo entre machos se observa también en miles de animales diferentes, desde insectos a pingüinos, lo que ha llevado a muchos especialistas a teorizar sobre su causa.
Estas teorías incluyen ideas sobre el establecimiento de la dominación en los grupos, la escasez de parejas de otro sexo y la reducción de la tensión tras una agresión, pero se dispone de pocos datos para apoyar cualquier teoría.
Por su parte, el equipo investigó varias de estas propuestas con sus datos y descubrió que, para esta colonia de macacos, el sexo entre machos estaba fuertemente correlacionado con los "lazos coalicionarios". Esto significa que las parejas de machos que practican sexo entre ellos tenía más probabilidades de apoyarse mutuamente en los conflictos y que eso le proporciona al grupo una mayor ventaja frente a otros miembros de la manada.

Los investigadores también estudiaron si este comportamiento suponía algún coste en términos de aptitud física, es decir, una reducción del número de crías y descubrieron que los machos que practican este tipo de encuentros pueden tener más éxito en la reproducción, potencialmente debido a los beneficios proporcionados por un mayor número de lazos de coalición.
En esta línea, el equipo también analizó si el comportamiento sexual era hereditario, utilizando los datos genealógicos mediante los que descubrieron que en los machos efectivamente era heredable en un 6.4% de los casos, lo que constituye la primera prueba de un vínculo genético con sexo entre machos, en primates fuera de los humanos.
La cifra mencionada es similar a la de otros comportamientos heredables en primates, como el acicalamiento y la socialidad.
Los resultados en 'Nature Ecology and Evolution' también refutan la idea de que el sexo entre ejemplares de la misma especie "desafía a la naturaleza y la evolución", como se señala en la llamada "paradoja darwiniana".
Por otra parte, el equipo halló cierta correlación genética entre los machos que más montaban o montaban cuando practicaban el sexo con otros machos, por lo que se sugiere que estos comportamientos secundarios pueden tener una base común.
El hecho de que los individuos fueran más propensos a montar o a ser montados no se correlacionó con su posición social, lo que sugiere que la afirmación de su lugar en la jerarquía no es un factor importante para dicha práctica sexual en la especie.
Pese a que los investigadores advierten contra las comparaciones directas con los humanos, afirman que su estudio cuestiona la creencia de que este comportamiento sexual es poco común en animales no humanos o únicamente producto de condiciones ambientales inusuales.
Por el contrario, los resultados sugieren que cierto grado de actividad sexual entre ejemplares del mismo sexo puede evolucionar de forma adaptativa dependiendo del contexto, por lo que puede ser una característica común de la ecología reproductiva de los primates. Además, hay muchos ejemplos de otros grupos de primates que practican distintas formas de sexo entre machos, por lo que nuevos estudios genéticos en profundidad podrían reforzar esta conclusión.
Al respecto, Vincent Savolainen, investigador principal del estudio, profesor y Director del Centro Georgina Mace para el Planeta Vivo del Imperial College, apuntó que "desgraciadamente, algunas personas siguen creyendo que los comportamientos homosexuales son 'antinaturales' y, lamentablemente algunos países todavía aplican la pena de muerte por homosexualidad. Nuestra investigación demuestra que el comportamiento homosexual está muy extendido entre los animales no humanos", apuntó.
"Nuestra misión es avanzar en el conocimiento científico del comportamiento homosexual y explorar los beneficios que aporta a la naturaleza y a las sociedades animales", detalló para agregar que "entre los macacos que analizamos en este estudio, más de dos tercios mostraron comportamientos homosexuales y este comportamiento reforzó los lazos dentro de la comunidad".
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Con información de Europa Press
JCG