El príncipe Carlos nació el 14 noviembre de 1948 en el Palacio de Buckingham, en el corazón de Londres. Su llegada al mundo fue anunciada con salvas de cañón en Hyde Park. Fue el primogénito de la entonces princesa de Gales, Isabel, y del príncipe Felipe de Edimburgo.

El nacimiento del príncipe Carlos ocurrió tres años después del fin de la Segunda Guerra Mundial. El Reino Unido atravesaba por un difícil periodo de recuperación.

Desde un principio, por su rango y de acuerdo con las costumbres de la época, Carlos tuvo cuidados especiales. Todos los medios estaban pendientes del niño. Sus primeros meses, su crecimiento.

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El cine, medio donde se testimoniaban los acontecimientos de entonces, guardó las imágenes de su primer cumpleaños. Le regalaron un hermoso pony negro.

Cuando el príncipe Carlos llegó a los tres años tuvo apariciones públicas más frecuentes. Así ocurrió en 1951, cuando su madre, la princesa Isabel llegó a Londres, procedente de Canadá. El niño, un tanto distraído, aparece junto a su abuela, la Reina Madre.

Al igual que la Familia Real, el príncipe pasaba sus vacaciones en el castillo de Balmoral, en Escocia, rodeado de la naturaleza. La institutriz Catherine Peebles fue la encargada de la educación del príncipe Carlos entre los cinco y los ocho años de edad, cuando llegó el momento de acudir a un colegio.

En 1956 ingresó formalmente a Hill House, en el oeste de Londres, una escuela con enormes campos deportivos. Carlos presentó a su madre, la ya entonces reina Isabel II, a sus amigos y compañeros de Hill House.

La reina Isabel II de Inglatera con sus hijos Ana y Carlos. Foto: AFP | Archivo

Los colegios dieron al príncipe Carlos, no sólo la preparación académica sino la convivencia con niños de su edad, lejos del rígido protocolo real.

El colegio de Gordonstoun, en Escocia, fue otro de los elegidos para la formación del príncipe Carlos, en 1962. Su padre había estado allí internado para estudiar el equivalente a la secundaria.

Su infancia, sin embargo, siempre estuvo acotada por deberes y disciplina, de la misma forma que ocurrió con la formación de su madre, la reina Isabel II.

Con información de Roberto Santa Cruz, N+
AAE