La ciudad de Monterrey, parece estar apartada de la fiesta del Día de Muertos, pero no, existe un lugar en Rinconada García, Nuevo León, donde comienza esta fiesta.

A tan solo 40 minutos de la ciudad, viajando por la carretera a Saltillo, en el kilómetro 42, está la entrada al rancho la Candelaria o mejor conocido como el poblado de Rinconada, esto aún en García.

Mateo Bautista - Agricultor. Foto: N+

Aquí nosotros tenemos, mi familia, mi esposa, mis hijos y yo, aproximadamente unos 45 años, a las personas que gusten venir a ver la flor, a tomarse la foto, a disfrutar un rato aquí en el campo, las puertas están abiertas para que la gente venga.

A lo largo de más de 500 metros, los colores de las flores de cempasúchil y mano de León, nos hacen viajar a las tierras del sur México, lugar donde el día de difuntos palpita, se siente, se vive y, claro, no podía faltar la anfitriona de estas fiestas... la Catrina.

Teniendo de fondo un enorme sembradío, todo es idóneo para ser parte de esta cultura de esta tradición, la magia del vestuario y maquillaje, capturada por una cámara y un recuerdo especial.

Pero esto no es todo, aquí en el terreno de don Matías, decenas de familias regias llegan, algunos para la selfie, otros para llevarse su ramo y otros simplemente para admirar este oasis qué parece escaparse de una leyenda, donde los difuntos y los recuerdos pintan de colores estos zurcos cubiertos de flores especiales para nuestros fieles difuntos.

Pedro Caballero / Noticias N+

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