Este jueves comenzó en la Ciudad de México el tercer Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad entre México y Estados Unidos. En Palacio Nacional, como parte de la delegación mexicana participan la canciller Alicia Bárcena y la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez; y los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Antony Blinken y Alejandro Mayorkas, en la comitiva de su país.

La reunión, que busca avanzar la agenda del Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras, se da en un contexto en el que los flujos migratorios siguen batiendo récords en la frontera sur de México y la crisis por fentanilo ocupa un lugar primordial en la relación entre ambos países.

Para el gobierno mexicano, una de las principales preocupaciones es el trasiego de armas que entran por la frontera norte.

De acuerdo con el departamento de Estado, la principal causa de muerte entre las y los estadounidenses de 18 a 49 años son las drogas sintéticas, en especial el fentanilo. Tan solo en 2022 se registraron casi 110 mil muertes por sobredosis de drogas en ese país, de las cuales dos tercios fueron por opioides sintéticos.

Funcionarios de Estados Unidos han señalado en semanas recientes que México necesita poner más recursos para el combate al tráfico de drogas. A esto se suma un aumento en el tono de las acusaciones de legisladores republicanos, que responsabilizan al gobierno mexicano de la crisis de opioides y aseguran que los cárteles que trafican fentanilo a Estados Unidos operan libremente en territorio mexicano.

Congresistas de ese partido presentaron desde enero de este año una iniciativa para autorizar al presidente Joe Biden usar “la fuerza necesaria” contra organizaciones extranjeras que hayan traficado fentanilo. Además, en vísperas del inicio del proceso electoral en Estados Unidos, aspirantes a la candidatura presidencial del Partido Republicano, como el empresario Vivek Ramaswamy y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, propusieron invadir México con la intención de combatir a los cárteles.

El gobierno mexicano, en repetidas ocasiones ha defendido que no es responsable de la crisis de fentanilo en Estados Unidos, y asegura que ningún otro país del mundo está haciendo tanto contra el tráfico de este opioide, al destacar sus aseguramientos de armas y drogas. El pasado 20 de septiembre, la Secretaría de la Marina informó que “se logró un récord histórico en el combate al narcotráfico”, al asegurar 131 laboratorios clandestinos empleados para la producción de drogas sintéticas, y al haber destruido aproximadamente 242 toneladas de metanfetaminas y 350 toneladas de precursores químicos.

Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador también ha negado que el fentanilo se produzca en territorio mexicano, y ha insistido en buscar la cooperación con China para combatir su importación a México.

Por su parte, Estados Unidos ha enfocado sus esfuerzos en combatir a los traficantes. El Departamento de Justicia de ese país emitió en abril de este año cargos penales en contra de 28 miembros del Cártel de Sinaloa, entre ellos los llamados “Chapitos”, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán López. El pasado 15 de septiembre, Ovidio Guzmán fue extraditado a Estados Unidos, lo que las autoridades estadounidenses consideraron como “un paso más” en la lucha contra el tráfico de fentanilo.

En tanto, apenas este miércoles, la administración de Biden derogó 26 leyes, lo que permitirá continuar con la construcción del muro fronterizo en la ciudad de Starr County en Texas, acción que ha sido señalada como un herramienta similar a las usadas por el expresidente Donald Trump.

En los primeros ocho meses de este año, se registraron un millón 486 mil encuentros de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, 9% menos respecto al mismo período del año pasado, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. En tanto, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, la COMAR, reportó que al cierre de septiembre pasado, se registraron más de 112 mil solicitudes de asilo, rebasando la marca histórica del mismo período de 2021.

Albergues en la Ciudad de México, San Luis Potosí e Hidalgo reportan que se encuentran saturados. Y en Estados Unidos, la ciudad de Eagle Pass en Texas, se declaró en estado de emergencia desde el pasado 20 de septiembre ante el alto flujo de personas migrantes. Mientras que Nueva York ha enfrentado la llegada de más de 122 mil solicitantes de asilo desde el año pasado, saturando los servicios del estado.

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Con información de Sofía Martín del Campo, Noticias N+