El “Cristal” que Envenena a Menores en México
Alejandro Arturo Villa | N+
El consumo de metanfetamina, conocida como "cristal", se ha disparado entre menores de edad en México, con casos desde los 10 años.

Niños desde los 10 años consumen ya cristal. Ilustración: N+
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“Jugaremos en el bosque mientras el lobo no está, porque si el lobo aparece a todos nos comerá. ¿Lobo estás ahí?”.
Son menores que juegan tomados de la mano en el patio de una clínica contra las drogas en Iztapalapa, en la Ciudad de México. Niñas, niños y adolescentes que —algunos— desde los 10 años han sido presa de las drogas.
Año con año las estadísticas oficiales reportan un aumento en el número de casos que atienden por adicciones.
Las estadísticas revelan que en 2013 apareció una nueva sustancia en el mapa, más adictiva y dañina.
El veneno no se llama fentanilo, sino metanfetamina, conocido coloquialmente como cristal.
Renata, una menor de trece años de edad, delgada, morena y con el cabello teñido de naranja, creció en una zona donde las y los niños de su edad consumían drogas.
“Empecé con el cristal… Lo probé a los 12. Donde vivo es normal que los niños consuman”, contó.
Al año, alrededor de 200 menores de edad son atendidos por su adicción a esta sustancia en los centros de hospitalización del Centro de Integración Juvenil (CIJ), institución de la que forma parte la Unidad de Hospitalización Iztapalapa.
Aunque el consumo de esta droga se detectó en 2013 en estados del noreste, para el 2021 el consumo de metanfetaminas se extendió a prácticamente todo el territorio nacional.
“La cocaína la probé como a los 14 años y el cristal fue apenas a los 16”, dijo Gustavo, de 16 años.
“La primerita vez que la consumí fue en la escuela”, añadió Gabriela, de 15.
“Estaba trabajando y era tiempo de año nuevo. Empecé el año nuevo y dejé la marihuana. Conocí el cristal todo ese año”, remata Agustín, también de 15 años.
En diez años las metanfetaminas pasaron de representar el 9.5 por ciento del consumo en 2013, al 49.1 por ciento en 2023; un aumento del 416 por ciento en los casos de personas consumidoras de alguna droga en México, de acuerdo con el más reciente informe publicado sobre la Situación de la Salud Mental y el Consumo de Sustancias en México, de la Secretaría de Salud.
La directora de la Unidad de Hospitalización Iztapalapa detalló que nueve de cada diez solicitudes de atención son por consumo de metanfetaminas.
“Actualmente, yo creo que un 90% de la solicitud de atención en este centro es por consumo de cristal. El cristal realmente está haciendo muchos estragos por lo fácil que es conseguir, por lo fácil que es consumirlo, por lo accesible que es en cuanto al precio”, explicó.
Renata fue sola al “punto” —donde se venden drogas— a comprar meta para consumirlo con sus amigas. Niñas de sexto de primaria, entre 11 y 12 años, ya tienen acceso a lugares de venta de drogas en Cuautitlán, en el Estado de México.
“Fui al punto a preguntar, pues, qué había o así y pues lo compré, el cristal, y con unas amigas, pues, lo consumí”, narró.
A Gabriela le invitaron unas “líneas” los moto taxistas que tenían su base a escasos cien metros de donde ella vivía con su papá.
“Conocí a unos amigos ahí por mi casa que son mototaxistas, ellos vendían, pues ahora sí que el cristal. De un tiempo a otro ellos me empezaban a invitar de sus líneas, ahí fue cuando empecé con el cristal”, contó.
En el caso de Gustavo, él ya consumía mariguana desde los 11, mucho antes de probar las metanfetaminas. Un amigo llegó un día y le contó las “maravillas” de la sustancia.
“Yo me acuerdo de que él —el amigo— me dijo: no, pues es como la cocaína, pero te va a doler la nariz. Y yo dije, ¿cómo? Y me dijo: no, pues así. Y vi que era como unas piedritas y las empezó a picar”, recordó.
Agustín, es un adolescente que ha tenido que salir a trabajar, abandonando sus estudios, para ayudar económicamente a su familia. El contexto de pobreza del que proviene lo llevó a empleos donde no es común ver niños.
En la entrevista, presumió que las drogas siempre se las han regalado en donde ha trabajado, desde la central de abastos, con autobuses de transporte y como paquero.
“A mí siempre me han dado el vicio. Nunca compré, nomás compré el activo”, contó.
El "activo" al que se refiere es a sustancias inhalantes, como thinner, pegamentos, resinas, entre otros.
La mayoría de los menores que son atendidos por consumo de metanfetaminas u otra droga provienen de contextos familiares de violencia, abandono y pobreza, explica la directora de la clínica.
De acuerdo con la doctora Mónica Muñoz, la falta de oportunidades y de espacios seguros ha provocado que adolescentes caigan en el ocio, propiciando un posible acceso a las drogas.
“Ya no dormía, estaba muy flaca, no comía para nada… ya tampoco quería ir a la escuela. Bajaron mucho mis calificaciones. Me costaba trabajo concentrarme. La última vez que consumí, consumí cantidades que no, pues más, ¿no?, de lo que se consumía. Quería que me diera una sobredosis para morirme”, narró Renata.
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Gabriela, terminó en una relación violenta, donde la golpeaban, y de la que resultó un producto que no nació, a causa de la violencia y el cristal. Salió de esa relación, pero ahora vivía en la calle, hasta que un día su papá le encontró.
“Me puse a vivir en la calle y mi papá no sabía nada. Hasta después que le empezaron a decir que ya me habían visto en la calle, toda drogada y así”, contó.
De acuerdo con el informe de Logros del Esfuerzo Nacional, la incautación de drogas en diferentes operativos realizados entre 2019 y 2023 posicionó a las metanfetaminas como la principal sustancia decomisada, seguida por la marihuana, la cocaína, el fentanilo y la heroína.
Los estados donde se han realizado los principales aseguramientos comprenden la región del norte, occidente y centro de México: Baja California, Colima, Durango, Hidalgo, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, México, Morelos y Sinaloa.
Por su parte la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones ocho de cada diez adolescentes privados de la libertad afirmaron haber consumido alguna droga al menos una vez en la vida.
Gustavo tiene expectativas en el futuro, piensa en recuperar su vida y su carrera en la música. “Yo era cantante de reggaeton. yo ya cobraba por ir a eventos o así. Entonces, mi plan sería seguir haciendo eso”.
Al término de la entrevista, Agustín reflexiona: “cualquier cosa nunca piensen que sus jefes no los quieren. Nomás eso. Hay que nomás hablarlo. Si es algo bueno para ti, tus papás te van a ayudar”.
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