Díaz-Taft, Primera Visita de Un Presidente de EUA a México

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Iván Cabrera | N+

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La primera vez que un mandatario estadounidense estuvo en nuestro país ocurrió el 16 de octubre de 1909, en Ciudad Juárez

La primera visita de un presidente de EUA a México ocurrió el 16 de octubre de 1909

William Howard Taft y Porfirio Díaz en histórica cumbre en Ciudad Juárez. Foto: Wikimedia Commons

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó a México para participar en la Cumbre de Líderes de Norteamérica, en la que estará el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador; y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

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Es la primera vez que Biden viaja a Latinoamérica desde que asumió el poder en 2021. La última vez que un mandatario estadounidense visitó nuestro país fue en 2014, cuando Barack Obama llegó a México para participar también en la citada cumbre. 

En esta ocasión, López Obrador, Biden y Trudeau tratarán asuntos sobre migración, impulso económico y narcotráfico. Mientras que el presidente de EUA arribó a nuestro país este domingo, el premier canadiense lo hará hasta el lunes. Los trabajos serán del 9 al 11 de enero.

Taft, el primer presidente de EUA en visitar México

La primera visita de un presidente estadounidense fue más de cordialidad y fortalecer los lazos de amistad que de trabajo sobre temas específicos. La visita se dio porque ambos mandatarios realizaban giras por la frontera y decidieron reunirse por la cercanía.

Fue el 16 de octubre de 1909 cuando se dio la primera visita de un presidente de Estados Unidos a México. En un evento que duró apenas unas horas, William Howard Taft y Porfirio Díaz cruzaron las fronteras de sus respectivos países. El diario El Imparcial detallaba:

Dos Grandes Hombres Formaron Ayer un Significativo Lazo de Unión Entre dos Grandes Naciones.

El primero en atravesar la frontera fue el general Díaz, quien vistió un laureado uniforme de divisionario en el que lucía todas sus condecoraciones, "de las que la luz arrancaba todos los destellos del iris".

Porfirio Díaz llegó a El Paso, Texas, a la Cámara de Comercio, donde el presidente Taft e invitados especiales lo recibieron. Fue en un salón privado en el que ambos mandatarios conversaron unos cuantos minutos para después hacer un brindis.

Unos cuantos minutos duró la entrevista privada, y después los señores Díaz y Taft chocaron cordialmente las anchas crateras del espumante vino rubio.

De acuerdo con despachos de la época, la entrevista entre Díaz y Taft fue privada, y en público intercambiaron "expresiones amistosas y de buena voluntad". Lo curioso del caso es que el presidente estadounidense visitó dos veces el país.

Los presidentes Taft y Díaz, imagen publicada en el diario El Imparcial en 1909. Foto: HNDM

Tras el evento en EUA, Taft se adentró por unos minutos a suelo mexicano, específicamente, a la Aduana de Ciudad Juárez, Chihuahua. Sin embargo, regresó a su nación para presenciar un desfile militar y, por la noche, volvió a cruzar la frontera para recibir un banquete.

Al pisar el Presidente Taft territorio mexicano fue la segunda vez en la historia de Estados Unidos que uno de sus Presidentes ha traspasado sus fronteras. Mr. Roosevelt sentó el precedente cuando asistió a la comida en su honor por el Presidente de Panamá en territorio panameño.

Ya en Ciudad Juárez, Taft fue saludado con una salva de 21 cañonazos de la artillería mexicana. Además, recibió un "magnífico sombrero jarano" fabricado en la Casa Tardan Hermanos, en Portal de Mercaderes, en la Ciudad de México.

Una franca y leal amistad

En su discurso, Díaz recordó que era la primera vez que un presidente de EUA estaba en México, lo que marcaba un precedente en la historia de nuestro país y para toda América Latina, cuyos países deberían cultivar "constantes y cordiales relaciones entre sí y con el nombre pueblo americano".

(...) y hago votos porque nuestra franca y leal amistad, inspirando cada día más confianza a cultivar los cuantiosos intereses comunes que llegan entre sí a dos pueblos vecinos, cuyos respectivos elementos de vida y profreso recíprocamente se completan y se magnifican al acercarse.

Por su parte, Taft hizo referencia al sentimiento de confianza y de fraternidad que existía entre ambas naciones. Explicó que los ideales y propósitos tanto de EUA y México eran idénticos. Finalmente, deseó lo mejor a Díaz y a los dos países.

(...) y porque nunca se interrumpan los lazos de simpatía mutua que existen entre México y los Estados Unidos.

Refiere El Imparcial que el presidente Taft regresó a Estados Unidos en un "despliegue soberbio de luces artificiales y escoltado por soldados mexicanos".

Como recuerdo de esta histórica entrevista, la ciudad de El Paso obsequió a los Presidentes vasos conmemorativos.