La Comisión Local de Búsqueda de Nuevo León recibió 13.5 millones de pesos en abril de 2024 del gobierno federal para construir un centro de resguardo de restos humanos. Casi un año después, la dependencia no ha puesto una sola piedra. Y todo ello a pesar de reconocer que el estado sufre una de las peores olas de violencia de los últimos tiempos.

“Prácticamente todos los días surgen hallazgos de cuerpos humanos en estado deplorable”, señala Comisión Local de Búsqueda de Nuevo León en un documento fechado en enero de 2024. En el mismo oficio reconoce no tener las herramientas necesarias para hacer frente a la crisis forense.

Actualmente el Estado de Nuevo León no cuenta con Centro de Resguardo de Restos Humanos con la capacidad adecuada, ni con infraestructura para la dignificación de los mismos

El oficio, firmado por la comisionada María de la Luz Balderas, culpa de la situación a la “violencia mencionada, el crimen organizado y a la gestión de seguridad en el Estado”.

La Comisión Local de Búsqueda de Nuevo León argumenta que no tiene las herramientas necesarias para hacer frente a la crisis forense en el estado.

Este reconocimiento del alcance de la violencia que sufre Nuevo León se realizó en un documento en el que el estado solicitaba apoyo económico a la Comisión Nacional de Búsqueda para construir un centro de resguardo de restos humanos. La solicitud refiere lo siguiente:

El objetivo es crear un espacio digno y seguro para el resguardo de los cuerpos sin identificar que actualmente se encuentran en diversos espacios y fosas clandestinas en todo el área del Estado de Nuevo León y que no cuentan con sepultura digna

A pesar de reconocer las malas condiciones que tiene el estado para el resguardo de los cuerpos, ha transcurrido más de un año desde aquella solicitud y no se ha colocado una sola piedra.

Gobierno local solicito 22.5 millones de pesos; le autorizaron 13.5 millones

En enero de 2024, el gobierno local solicitó 22.5 millones de pesos para levantar la infraestructura. Según el informe, debería tener 200 gavetas y otros 200 espacios para restos y se iba a construir en un predio ubicado en la autopista Monterrey-Reynosa. La propuesta fue aprobada por la comisionada nacional, Teresa Reyes Sahagún.

El gobierno local solicitó 22.5 millones de pesos para levantar la infraestructura del Centro de Resguardo.

Semanas después, la comisión local enviaba un documento para adecuar la solicitud. El requisito económico quedó reducido a 13.5 millones de pesos. En este documento, la dependencia reubica la infraestructura en el municipio de Cadereyta Jiménez, muy cerca del lugar original. Ahí el estado dispone de un terreno de cuatro hectáreas que, en su primera fase, debería albergar 80 nichos para resguardar cuerpos.

Fondos por 13.5 millones de pesos fueron transferidos en abril de 2024 para el Centro de Resguardo de Nuevo León.

Los fondos fueron transferidos en abril de 2024. Casi un año después, el estado no ha construido nada. N+Focus recorrió ambos predios y constató que no se ha iniciado ninguna obra.

Cuestionada sobre por qué la obra no se llevó a cabo, la comisionada de búsqueda, Maria de la Luz Balderas, dijo que los fondos se redujeron debido a los lineamientos federales y que el concurso quedó desierto, por lo que la obra nunca se llevó a cabo.

Autoridades de Nuevo León, incapaces de echar a andar el proyecto

A pesar de la grave situación detallada por el informe de la Comisión Local de Búsqueda, las autoridades de Nuevo León fueron incapaces de iniciar el proyecto de centro de resguardo.

Las cifras muestran la gravedad de la situación en Nuevo León: el Registro Nacional de Desaparecidos indica que actualmente hay 6 mil 827 personas desaparecidas en el estado.

Además, la Fiscalía General del Estado reconoce que existen 3 mil 316 cuerpos sin identificar dispersos entre el Semefo y panteones municipales.

Colectivos llevan años exigiendo un centro de resguardo de restos humanos

La falta de espacios para resguardar los restos tiene consecuencias directas en las familias de los desaparecidos. Lo sabe Juana Solís, madre de Brenda Damaris González Solís, desaparecida en julio de 2011 y cuyos restos fueron entregados a su familia un año después. Todo ese tiempo, mientras Juana buscaba, los restos de su hija estaban en el Semefo.

Madres buscadoras llevan años tratando de encontrar a sus seres queridos en Nuevo León.

Casi 14 años después, la herida sigue abierta. Solís recuerda que las autoridades le dijeron que “tenían demasiados restos de muchas personas”, por lo que se tardaron en analizar los que correspondían a su hija. Finalmente, le hicieron entrega de “una bolsa de basura” donde se encontraban los restos de Brenda Damaris.

Según explica Angie Orozco, de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Nuevo León, este no es un caso aislado. “Nosotras hemos ayudado a recuperar a personas que lamentablemente estaban en fosas comunes”, explica. Entre ellos, recuerda el caso de un joven llamado Jonathan Carranza, cuyos restos fueron recuperados en junio de 2021 después de diez años:

Su mamá se acerca a nosotras, la orientamos para que se realice la prueba de ADN y da coincidencia con un cuerpo en una fosa común. La orientamos y acompañamos para hacer todo el proceso para recuperar el cuerpo de su hijo después de diez años

Según explica Orozco, los colectivos llevan mucho tiempo exigiendo un Centro de Resguardo de Restos Humanos. En 2022, representantes del gobierno federal, encabezados por el entonces subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, se comprometieron a edificar un centro de identificación, pero este nunca llegó.

Desde la apertura del Centro Regional de Identificación de Coahuila, inaugurado en 2020, diversos estados solicitaron apoyos económicos a la Comisión Nacional de Búsqueda para poner en marcha infraestructuras para resguardar los cuerpos o restos sin identificar o para colaborar en las labores de identificación. Nuevo León tiene su proyecto desde inicios de 2024, pero a día de hoy no han habido avances.

“Es algo que se ha buscado, tener bien identificados quiénes están en las fosas comunes. Que realmente haya un control de los cuerpos sin identificar y un resguardo digno. Entonces, sin embargo, pues no han hecho nada las instituciones”, dice Orozco.

Denuncian falta de datos de personas desaparecidas

Este no es el único problema que denuncian los colectivos de Nuevo Léon. Recientemente, FundeNL también denunció que faltan datos de diversas personas en el registro nacional.

Es el caso de Blanca Sánchez García, joven desaparecida en Sabinas Hidalgo en 2021. Su madre, Ericka Patricia García Hernández, denuncia que salió de su casa para verse con una amiga, pero no regresó. La última persona que le vio fue una taxista que asegura haber dejado a tres amigas en una brecha de la carretera, en un lugar en el que había varias camionetas.

En el registro únicamente aparece como “confidencial”, lo que imposibilita tener datos sobre ella o utilizar estos datos para la búsqueda.

Según el estudio elaborado por FundeNL, el 33% de las personas desaparecidas de una muestra de 40 no aparecen en el registro.

El porcentaj de personas desaparcidas que no aparecen en el resgistro nacional es alto.

“Qué triste que no estén registradas ahí”, dijo la buscadora, quien se pregunta por qué las autoridades no las tienen en su base de datos.

El registro nacional es una base gestionada por la Comisión Nacional de Búsqueda, pero que se alimenta, principalmente, por datos de las comisiones locales y las fiscalías.

La desaparición y posterior feminicidio de Debanhi Escobar, en abril de 2022, pusieron de manifiesto las fallas en todo el sistema de búsquedas en Nuevo León. Fuera del foco mediático, las desapariciones continúan sin que el gobierno del estado sea capaz de hacerles frente

Con información de Alberto Pradilla de N+Focus

Historias recomendadas: