Acacoyagua, Chiapas: El pequeño Japón de México que no conocías
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Las tradiciones de México y Japón se fusionan en el lugar con más de 120 años de historia ubicado en Chiapas. Lo llaman el pequeño Japón en Mexico.

En México hay una comunidad que se considera como un pequeño Japón. Foto: N+.
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En una comunidad ubicada en el Soconusco de Chiapas, en México, existe un pueblo japonés que lleva asentado más de 120 años en nuestro país. Ahí la relación entre mexicanos y japoneses ha provocado que impere el arroz sobre la tortilla.
La relación comercial entre México y Japón comenzó hace más de 120 años y todo ocurrió debido a que en la era japonesa Meiji, entre los años 1868 y 1912, un grupo de jóvenes del país nipón decidió migrar con el objetivo de establecer una colonia agrícola en Latinoamérica.
Este grupo fue conocido como la primera migración Enomoto y su viaje, que comenzó del puerto de Yokohama en Japón, culminó en el Puerto de San Benito, en Chiapas, que hoy es conocido como Puerto Madero.
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Aquí es donde prácticamente comienza la historia de la relación comercial entre México y Japón, pero ¿cómo ocurrió todo? Con la llegada de Porfirio Díaz al gobierno mexicano en 1877, comenzó una transformación para mejorar la política interna y externa de nuestro país y uno de estos primeros cambios fue sobre las relaciones diplomáticas que se establecieron con países de otros continentes como Japón.
Por esto mismo, en 1888 se firmó el “Tratado de Amistad, Comercio y Navegación” entre ambos países, de hecho, fue el primer acuerdo internacional para Japón con un país occidental y sirvió como un precedente legal para la negociación de otros acuerdos, además de que marcó el inicio oficial de una amistad diplomática.
Dentro del tratado se estableció que tanto México, como Japón, abrirían sus puertas a todos los habitantes que quisieran cambiar de territorio y esto, fue lo que permitió que llegaran los primeros japoneses a tierras aztecas.
En 1897, el entonces canciller Takeaki Enomoto, envió hacia México, la Primera Migración Japonesa, que fue llamada “migración Enomoto”. El grupo estaba conformado por 36 jóvenes, pero solamente 35 llegaron a nuestro país debido a que uno murió durante el viaje.
Todos viajaban a bordo del barco inglés Garlick y venían con la idea de establecer una colonia agrícola en Chiapas. Tras meses de viaje, fue que el 10 de mayo de 1897 los jóvenes migrantes llegaron a nuestro país al Puerto San Benito, que hoy es conocido como Puerto Madero, según Celmira Horita, quien es tercera generación de descendientes directos de estos japoneses y que hoy vive en Acacoyagua, Chiapas.
“La mayoría traían ese espíritu samurái, ellos venían con mucho empeño, con mucha valentía y gracias al Bushido (código de honor y ética de los guerreros samuráis) era que ellos podían hacerse fuertes a pesar de las penurias que pasaran”
A su llegada, los migrantes Enomoto se enfrentaron a otros retos y uno de ellos fue la temporada de lluvias y la baja altura que no permitía la plantación de café, un producto que esperaban cultivar para poder enviarlo a Japón, mientras que otra de las dificultades fue el idioma, ya que no hablaban español, cuenta Celmira Horita.
“Las condiciones adversas, como son un clima extremoso, largas temporadas de lluvias, enfermedades como la malaria y la falta de dinero, hicieron que parte del grupo desertara propiciando el fracaso del proyecto”
De los 35 japoneses que llegaron a México, solamente 6 permanecieron en el Soconusco de Chiapas, el resto migró al norte y centro de México. Quienes se quedaron fueron liderados por Azajiro Yamamoto en Acacoyagua y establecieron su primera comunidad en el rancho Tajuko, según Javier Juárez Yamamoto, descendiente japonés y dueño actual de la finca Tajuko.
“Mi bisabuelo Azajiro Yamamoto fue uno de los 35 primeros migrantes que llegaron a Chiapas. Este punto fue el lugar de asentamiento de la primera migración japonesa en México y en Latinoamérica y ¿por qué? Precisamente porque tenemos el río. Tajuko quiere decir que es un lugar de bendiciones, de abundancia, para guardar y repartir. Ese es el significado”
A pesar de los esfuerzos por mantenerse en Chiapas, la comunidad que se estableció en Tajuko se disolvió en 1920, pero para este año, los japoneses que llegaron a México en 1897 ya habían establecido una relación con mexicanos y a partir de ahí fue que comenzó la descendencia.
Nikkeis, los japoneses de México
Actualmente, Chiapas es una comunidad marcada por las huellas de los ancestros japoneses y los mexicanos que viven en esta parte del Soconusco, resaltan por sus apellidos, la comida y el idioma japonés que se enseña en las escuelas públicas de la comunidad, como en la Escuela Secundaria General Centenario de la Migración Japonesa, perteneciente al sistema SEP, según su directora, Claudia Hernández Coutiño.
“Tenemos 460 alumnos y un 42 por ciento son descendientes de japoneses. Tenemos los apellidos Yamamoto, Nishizawa, Kaetzu. Muchos de ellos no le toman esa relevancia de decir soy Nikkei”
La escuela es 100 por ciento, pero sus profesores promueven valores japoneses como la limpieza y la disciplina, por esto mismo es normal ver a los alumnos limpiar los salones antes y después de cada clase, así como verlos recoger la basura de los patios a la hora del recreo. Esta institución es la única, en Chiapas y México, que enseña estas costumbres a nivel básico, según su directora.
Pero, ¿cómo es la convivencia entre mexicanos y descendientes de japoneses? Los japoneses que permanecen en territorio mexicano, y que hasta hoy han mantenido vivas las tradiciones y costumbres de esta comunidad, son conocidos como nikkeis, que hace referencia a un descendiente directo de japonés o un japonés que decide abandonar su lugar natal para establecerse en otra parte del mundo, según la embajada de Japón en México.
Una de las tradiciones que siguen vivas es el Hanami, que es un evento anual que se realiza en el Parque Central Enomoto de Acacoyagua, para que todos los habitantes puedan salir a observar la naturaleza. En el país nipón, hace referencia a observar las flores de Sakura que, según los habitantes de Chiapas, le dan un valor a la existencia, la vida y el estar presentes en el hoy.
“Me llena de mucho orgullo porque es un pueblo que se ha hecho notorio por esa mezcla cultural que tenemos, tanto mexicana como japonesa. Acacoyagua ha resonado en Chiapas y otros estados de la república, así como en Japón”
Hasta 2024 se estima que había cerca de 76 mil descendientes de japoneses viviendo en México y en junio de 2025, la Asociación Japonesa de Chiapas reportó la presencia de alrededor de mil 500 familias nikkeis en Acacoyagua.
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