La institución elevó sus oraciones por las personas heridas y sus familias, implorando a Dios por su pronta recuperación.
El Episcopado exhortó a las autoridades a redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad en espacios públicos, especialmente aquellos que congregan manifestaciones pacíficas y actividades religiosas.
El incidente no fue contra la Iglesia
Aunque el incidente no estuvo dirigido específicamente contra esta celebración religiosa, las autoridades eclesiásticas, resaltaron la urgente necesidad de abordar los problemas de inseguridad que afectan a la sociedad mexicana.
Finalmente, la Conferencia del Episcopado Mexicano reafirmó su compromiso de trabajar en conjunto con todos los sectores sociales para promover una cultura de paz y respeto a la vida, como bases para una sociedad más segura y armoniosa.