De acuerdo con el gobierno mexicano, se estima que más de medio millón de armas al año son traficadas desde Estados Unidos a México. El 68% de ellas, es decir, unas 340 mil armas son fabricadas por seis firmas, mismas que terminan en manos de "criminales al sur de la frontera".

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Así lo afirma la primera denuncia que las autoridades mexicanas presentaron en la Unión Americana en 2021 contra Smith & Wesson, Beretta, Century Arms, Colt, Glock y Ruge, y Barret, y contra el mayorista Interstate Arms, por inundar al país con armamento que ha hecho daño tanto al gobierno como a los ciudadanos.

Esta inundación no es un fenómeno natural, ni una consecuencia inevitable del negocio de las armas o de la legislación de armas de Estados Unidos. Es el resultado previsible de las deliberadas acciones y prácticas comerciales de los Demandados

De acuerdo con el documento, el primero de dos que el gobierno presentó en EUA (el segundo fue en 2022 contra tiendas de armas en Tucson, Arizona), el tráfico ilegal de armas hacia México se ha logrado por las leyes que permiten la compra-venta de armas en Estados Unidos, las endebles normas de los fabricantes y el uso de prestanombres.

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Las 'compras de paja'

Uno de los términos más referidos en el mundo del tráfico de armas es el de las 'compras de paja', que tienen que ver con sujetos que adquieren armamento de manera legal en EUA para después venderlo de forma ilegal a criminales en México.

Así lo refiere la demanda mexicana:

La compra de paja es el método más común de tráfico de armas hacia México. El desvío ilegal a través de la compra de paja ha sido de conocimiento común en la industria, y conocido por los Demandados, durante muchos años. Ha sido objeto de muchos informes de la ATF y boletines y audiencias del Congreso

¿Qué es un 'comprador de paja'? Es una persona que adquiere un arma en nombre de otra persona. "Las 'compras de paja' violan una serie de leyes federales y, en algunos casos, estatales". El problema es que los vendedores suministran las armas aunque saben que los prestanombres violan las leyes.

Como se hace de manera legal a través de personas o distribuidoras de armas, los fabricantes, sigue la denuncia, "utilizan el enfoque de 'cabeza en la arena' para negar la responsabilidad, mientras se benefician a sabiendas del comercio criminal".

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¿Qué se puede hacer para controlar el tráfico de armas?

Según el gobierno mexicano, para controlar la distribución de armas, los fabricantes e importadores de las mismas deberían: identificar y negarse a suministrar a los vendedores e identificar distribuidores que tengan un patrón de venta de armas a delincuentes y 'compradores de paja'.

Además de desarrollar un código de conducta para los vendedores y distribuidores, exigiéndoles que apliquen medidas de inventario, seguridad en los almacenes, políticas y registros para mantener las armas fuera de las manos equivocadas, y tener políticas de comprobación de antecedentes.

En este sentido, los cárteles de la droga han tejido una red para reclutar a 'compradores de paja' que los abastecen y cuyas armas conseguidas por este mecanismo se hallan en escenas de crimen en el lado mexicano, ya que en nuestro país sólo hay una tienda controlada por la Sedena.

El Gobierno tiene fuertes leyes nacionales que hacen casi imposible que los criminales obtengan armas de forma legal en México. México tiene una sola tienda de armas en toda la nación y emite menos de 50 permisos de armas al año

La denuncia refiere que los Demandados han vendido decenas de miles de armas que han sido obtenidas por personas no autorizadas e irresponsables en México a través de la 'compra de paja'.

En un estudio de agencias gubernamentales, más de la mitad de las armas sujetas a investigaciones de tráfico de armas habían sido adquiridas como parte de una 'compra de paja'

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