Alerta por ‘Jamón Falso’ que Venden en México: Así Sabes si el que Compras es de Buena Calidad

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Profeco emitió algunas recomendaciones para tomar en cuenta la calidad del jamón disponible en el mercado

Jamón falso en México

Profeco emite recomendaciones para verificar calidad del jamón. Foto: Pixabay | Ilustrativa

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El jamón se ha convertido en un alimento básico en la mesa de los mexicanos, por lo que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) desarrolló un análisis para garantizar que las personas adquieran productos de calidad y que no se trate de un "jamón falso" que ponga en riesgo su salud.

Durante el llamado "Estudio de Calidad de Jamones", el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor detectó algunos productos que "no son lo que parecen", pues aunque se autodenominan "embutidos" y otras variantes, constituyen un nuevo sector en el mercado fuera de normatividad.

Profeco detalló que el jamón se comercializa en cinco clasificaciones de acuerdo con su contenido de proteína libre de grasa, grasa y fécula, que inciden directamente en su aporte nutrimental y precio. El organismo detalló que el de mayor consumo por su accesibilidad en el mercado es el de clasificación comercial y el económico, que tienen un 12% y 10% de proteína libre de grasa, además de 10% de grasa y 10% de fécula, que favorece la retención de agua.

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¿Qué características debe tener el jamón?

Profeco señaló que independientemente de la clasificación, el jamón debe estar elaborado exclusivamente a partir de la pierna trasera del cerdo, o de los muslos del pavo declarados por la autoridad competente como aptos para el consumo humano.

Tomando en cuenta lo anterior, el Laboratorio adscrito a Profeco publicó que en un análisis realizado a 40 productos, 21 fueron jamones comerciales: 14 de pavo, cuatro de pierna, dos de pavo y cerdo, uno de cerdo y pavo.

En cuanto a clasificación económica se refiere, fueron analizados cinco: dos de pavo y tres de pavo y cerdo. En total, se contemplaron 13 diferentes denominaciones que se declaran como embutidos y solo uno como imitación vegana.

La Norma Oficial Mexicana (NOM) 158-SCFI-2003, Jamón-Denominación y clasificación comercial, establece las especificaciones fisicoquímicas, microbiológicas, organolépticas, información comercial y métodos de prueba para que un producto pueda denominarse jamón de pierna, debe estar compuesto por al menos 55% de carne de la pierna trasera del cerdo (con o sin hueso) y en el caso del pavo, debe ser el mismo porcentaje de carne del muslo del mismo animal.

Profeco alertó que 13 productos que a simple vista tienen aspecto similar al jamón, se exhiben comercialmente como estos y además utilizan imágenes idénticas en sus empaques, estáN fuera de los lineamientos establecidos por la NOM, por lo que podrían estar elaborados de cualquier carne de pollo, pavo, cerdo o incluso pastas cárnicas.

Además, se advierte que el contenido de soya de los supuestos embutidos podría ser superior al del jamón, y el porcentaje de fécula podría ser inferior o superior al 10%, lo que disminuye el aporte nutrimental de estos alimentos sin denominación por la norma mexicana, además de aditivos como azúcares, nitritos, fosfatos y sodio.

Para evitar sorpresas, Profeco pidió a los consumidores no dejarse llevar por ilustraciones en el empaque y leer en el etiquetado la denominación del producto y el origen de la carne con la que está elaborado, además de identificar el porcentaje mínimo de pierna de cerdo o muslo de pavo para tener certeza sobre la calidad del jamón.

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Con información de N+

OAGL