Desafortunadamente, nadie está exento de contagiarse de un herpes labial. Y, para que puedas tomar tus precauciones, aquí te vamos a decir en qué consiste esta infección, cuáles son sus síntomas, cómo lo puedes evitar y hasta el tratamiento que te pueden recetar en caso de contagio.

¿Qué es el herpes labial y cómo se contagia?

También conocido como herpes febril, el herpes labial es una infección viral frecuente que se contagia de una persona a otra a través del contacto cercano.

Por supuesto, el herpes labial es contagioso incluso si no hay llagas es una persona.

Y la forma más común de contagio es a través de un beso o del sexo oral. Es decir, la infección también puede residir en los genitales de una persona.

Los desencadenantes de esta infección son los siguientes tipos de herpes:

HSV-1.
HSV-2 (con menor frecuencia).

¿Cuáles son los síntomas del herpes labial?

El herpes labial consiste en la formación de ampollas pequeñas pero llenas de líquido sobre los labios o alrededor de ellos. Al contraer herpes se pueden formar varias ampollas una sobre otra y, al reventar, dejan tras de sí una costra que tarda varios días en caer.

Sin embargo, el herpes labial presenta varias etapas:

Comienza con un hormigueo ligero y mucha picazón acompañados de un punto duro y doloroso.
Posteriormente vienen las ampollas alrededor de la boca, e incluso en algunos casos pueden presentarse dentro de la boca.
Las ampollas presentan una secreción para dar paso a unas llagas abiertas y poco profundas que derivan en una costra.

En caso de que una persona se contagie por vez primera los síntomas se pueden extender por varios días tras haber sido expuesto al virus. Las ampollas, por ejemplo, pueden tardar hasta tres semanas en sanar si una persona se contagió por primera vez.

Además de que se pueden experimentar los siguientes síntomas en un primer contagio:

Dolor muscular.
Dolor de cabeza.
Alta temperatura.
Dolor en las encías.
Malestar en la garganta.
Inflamación en los ganglios.

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¿Cómo evitar el herpes labial?

Es vital evitar el contacto piel con piel con una persona que tiene herpes.

De nuevo, la forma más común de contagio es a través de un beso, seguida del sexo oral.

Pero también cabe la posibilidad de contagiarse si se comparten objetos de higiene personal con una persona con herpes. Por ejemplo, con rastrillos para rasurar, vasos, cubiertos, cepillos de dientes o incluso toallas.

Lo mejor es procurar una higiene personal constante, pues algunas personas pueden no presentar síntomas pese a estar contagiadas.

¿Cuál es el tratamiento para el herpes labial?

El tratamiento varia de una persona a otra y es por ello que debes de acudir a un médico al presentar síntomas.

Considera que, tras un primer contagio, el herpes suele reaparecer periódicamente, sobre todo cuando hay mucho estrés, fatiga, infecciones virales, cambios hormonales y hasta la exposición al sol puede desencadenarlo.

Afortunadamente, el herpes labial desaparece sólo, pero si acudes a un médico y, por ejemplo, en tu caso se desencadena por el sol, te recomendará que te apliques bloqueador en la zona donde suele aparecer el herpes.

De nuevo, según sea tu caso, te pueden recetar lidocaína o alcohol de bencilo para lidiar con el dolor y la comezón que pueda provocar el herpes.

Eso sí, una vez con el herpes labial, será una constante a lo largo de tu vida, y tienes que aprender a vivir con él.

¿Qué es el herpes labial y cómo se contagia?

¿Cuáles son los síntomas del herpes labial?

¿Cómo evitar el herpes labial?

¿Cuál es el tratamiento para el herpes labial?

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