La diabetes es una enfermedad que si no se controla, puede llegar a causar afecciones en otras partes del cuerpo, como los ojos y los pies, ésta última una parte del cuerpo a la que no todos prestamos atención, pero que es tan importante como las manos.

En esta ocasión te contaremos acerca de los síntomas del pie diabético, el resultado de una neuropatía.

La diabetes y el cuidado de los pies

De acuerdo con una publicación de Mayo Clinic, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de contraer infecciones en los pies, en el peor de los casos, cuando ya es demasiado tarde, se amputan.

Estos son los síntomas más comunes del pie diabético:

Hormigueos y calambres.
Ausencia de sensibilidad.
Aparición de úlceras en la piel de los pies.
Llagas que no sanan.

Cambio en el color y la temperatura de los pies.
Engrosamiento o amarilleamiento de las uñas de los pies.
Infecciones por hongos, como pie de atleta entre los dedos de los pies.

Expertos en salud señalan que el pie diabético de puede tratar y existen sencillas pautas para su cuidado:

Revisa y lávate los pies diariamente. Presta atención a cualquier enrojecimiento, hinchazón, corte, ampolla o problema en las uñas.
Cuando te laves los pies, usa agua tibia y sécate suavemente, especialmente entre los dedos de los pies.
Usa calcetines y medias limpias y secas, y zapatos que te queden bien.
No caminar descalzo.
Córtase las uñas de los pies con cuidado, aunque lo ideal sería que lo hiciera un podólogo.

Ante cualquiera de estos síntomas, se recomienda acudir con el médico, ya que él será quien mande hacer las evaluaciones correspondientes y mande un tratamiento adecuado.

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Factores que aumentan el riesgo de presentar pie diabético

Cualquier persona con diabetes puede presentar daños a los nervios, razón por la que se presenta el pie diabético, pero los siguientes factores aumentan su riesgo:

Niveles de azúcar en la sangre difíciles de manejar.
Haber tenido diabetes por mucho tiempo, particularmente si sus niveles de azúcar en la sangre son a menudo más altos que sus niveles objetivo.
Tener sobrepeso.
Tener más de 40 años de edad.
Tener presión arterial alta.
Tener colesterol alto.

Es importante señalar que, el daño a los nervios, junto con la mala circulación de la sangre (una de las complicaciones de la diabetes) ponen en riesgo a la persona de que se le hagan úlceras en los pies, las cuales pueden infectarse o no cicatrizar bien. Suna infección no mejora con tratamiento, es posible que se le deba amputar mediante una operación, el pie que no sana.

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