¿Tazo dorado? Durante las fiestas decembrinas es común que las personas beban más alcohol de lo habitual al grado de presentar resaca, pero ¿sabes qué le pasa al cuerpo cuando tienes “cruda”? Acá te contamos.

De acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este proceso se llama intoxicación etílica, por lo que el cuerpo sufre daño y se inflama.

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Entre los síntomas que la persona puede experimentar en la resaca están:

Fuerte dolor de cabeza
Mucha sed
Cansancio
Debilidad
Náusea
Dolor muscular
Vértigo
Irritabilidad

La académica de la Facultad de Medicina, Nayeli Ortiz Olvera, explica lo siguiente sobre la resaca:

Cualquier bebedor, ya sea que nunca toma o que lo hace de forma crónica puede tener una resaca. Aunque quien lo hace de forma constante tendrá menor malestar a quien lo hace por primera vez, dijo a Global UNAM

Asimismo, la experta indica que cuando las personas toman alcohol, no siempre tienen cruda, ya que esto depende de los siguientes factores:

Rapidez con la que se ingieren las bebidas
Cantidad de gramos de alcohol
Características físicas de cada persona

¿Qué le pasa al cuerpo durante la resaca?

Toma nota, ya que mientras experimentas los efectos de una buena fiesta llena de alcohol, tu organismo pasa por diversos cambios.

Una vez el alcohol llega al estómago, comienza a ser digerido por una sustancia conocida como “deshidrogenasa-alcohólica-gástrica”. Luego de ese proceso, pasará a la sangre en forma de “acetaldehído”.

Este compuesto químico es el que provocará la “cruda”.

Ojo, ya que sin importar si bebes vino, cerveza o vodka, todo tipo de alcohol se transformará en dicha sustancia.

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Por lo tanto, experimentarás más ganas de orinar y con ello llegará la deshidratación:

Mientras tanto, el alcohol que está en el estómago produce más ácido, lo irrita, y favorece a las náuseas e incluso el vómito.

Pero el compuesto acetaldehído, no se queda ahí. Debido a que después llega al sistema nervioso central y causa una dilatación en los vasos del cerebro.

Entonces el flujo sanguíneo aumenta, por lo que las personas se ponen “rojas”, además el cerebro se hincha y produce el dolor de cabeza.

Cuando los niveles de alcohol disminuyen en la sangre, las personas se sienten mal y sufren el ‘síndrome de supresión’ o de ‘abstinencia’ que condiciona la resaca porque el cuerpo pide más alcohol.

¿Cómo se metaboliza el alcohol?

El organismo posee una enzima llamada deshidrogenasa alcohólica gástrica y hepática. La rapidez con la que una persona se ponga “borracha”, depende en gran medida de esta enzima.

Sin embargo, también influye la rapidez y los factores genéticos de cada persona. Es importante destacar que las mujeres poseen menor cantidad de este elemento a diferencia de los hombres, por eso les es más difícil procesarla.

Si son “bajitas” o altas, si tienen sobrepeso, son delgadas o tienen un índice de masa corporal más alto. De eso depende los efectos que puedan tener.

Ahora bien, cuando aumenta la cantidad de bebida en el cuerpo, la persona tiene problemas articular las palabras, se altera la capacidad de juicio, se presenta irritable, agresivo e incluso se duerme.

¿Se puede evitar la resaca?

Toma nota, la experta de la UNAM recomienda que sigas estas indicaciones para evitar la molesta “cruda” o resaca:

Comer bien antes
Tomar mucha agua
No fumar
No tomar medicamentos antes de beber
No combinar el alcohol con las drogas y tener presente la genética
No beber en exceso

EPP