Elaboran Jabones con Restos de Agave de Bacanora en Sonora; Así es el Proceso

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Biólogas aprovechan restos de agave del Bacanora para elaborar jabones e iniciadores de fuego.

Elaboran Jabones con Restos de Agave de Bacanora en Sonora; Así es el Proceso

Elaboran Jabones con Restos de Agave de Bacanora en Sonora; Así es el Proceso. Foto: N+

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Hace ocho años, Valeria Cañedo incursionó en la industria de la producción del Bacanora en ranchos productores de la región de Mátape y, como bióloga, se percató de los desperdicios que se generaban en el proceso de preparación de esta típica y tan tradicional bebida sonorense, del cual le surgió una idea.

Aproximadamente un 70% de la planta no es aprovechada, el 30% viene siendo la piña y el 70% las pencas, entre otras cosas. Y de ahí nació la idea de ¿por qué no aprovechamos.

Valeria y su amiga Leonela Báez, quien también es bióloga e impulsadas por la doctora Vianey del Río se animaron a comenzar a experimentar con las fibras y el bagazo del agave de la planta, unieron la ciencia y la tradición bajo el proyecto Polinizado Social para la Conservación y Empoderamiento Rural.

Fue así que comenzaron a elaborar a mano jabones artesanales utilizando las suaves fibras del agave, que antes se desperdiciaban, ahora se convertían en un producto cosmético al que le adicionaron diversos aceites esenciales que ayudan a exfoliar la piel, y creados para distintos gustos y necesidades.

Es de las más suaves que hay en la cuestión de los agaves, los otros se usan en los ixtles, esos tienen más dureza, se usan para hacer cuerda, pero nos dimos cuenta de la suavidad que tenía esta fibra y como ya serviría para cuestiones de higiene.

También comenzaron a elaborar iniciadores de fuego, perfectos para prender el carbón para la carnita asada o una fogata, y el detalle curioso es que están hechos en forma de sahuaro.

Mujeres que viven en zonas rurales aportan valor agregado a estos productos

El valor agregado son las manos trabajadoras de mujeres que viven en zonas rurales, que comparten su experiencia y la tradición del bacanora, que han recibido capacitación y forman parte de este proyecto.

Es un grupo de mujeres, trabajamos con tres personas, Lupita, Kika y Wicha, sus esposos fueron o son productores de bacanora, ellas tienen la experiencia de sus abuelos que las acompañaban hacer todo, entonces tienen esta nostalgia de que quieren ser parte y fue un poco la solución de tenerlas de regreso.

Para estas mujeres nada es imposible, en sus planes a futuro ven el volver a poner a prueba los residuos y convertirlo en adobe, y así regresar la tradición de usar este material para promover la construcción de casas sin contaminar.

Explicación de Valeria "Más o menos lo que llega a hacer, tiene flama de hasta 20 cm y con una duración de 15 a 25 minutos, depende cómo se haya puesto el carbón".

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con información de Fernanda Romero.

ABM