¡La espera terminó! Oppenheimer llegó a los cines en México para adentrarnos en la mente de uno de los científicos más polémicos de los últimos años; sin embargo, antes de lanzarte a verla, hay algo que debes saber, pues Christopher Nolan, director de la cinta, reveló cuál es el mejor asiento de la sala de cine para ver la película.

Por lo que si estás interesado en tener la mejor experiencia posible al momento de disfrutar de esta intrigante historia, a continuación te explicaremos dónde deberás escoger tus asientos en el cine.

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Cabe destacar que Oppenheimer tiene una duración de 180 minutos, por lo que te recomendamos ir con tiempo suficiente al cine para ver la película completa y no perderte de ningún detalle.

Este es mejor asiento del cine para ver Oppenheimer, según Christopher Nolan

Oppenheimer es una película creada de manera específica para disfrutarse en pantalla IMAX, pero no cualquier pantalla IMAX, sino una de 70 mm, aunque esto por sí mismo representa un gran problema, pues en el mundo solo existen 30 cines con una pantalla de estas características.

Pese a lo anterior, Christopher Nolan, director de la cinta y famoso por películas como Inception, The Dark Knight, Interstellar y Dunkirk, indicó que la mejor manera de disfrutar de su nuevo largometraje es viéndolo sentado en un lugar específico del cine.

Nolan explicó que el mejor asiento para ver Oppenheimer es sentándote en el centro de la fila 7 de una sala IMAX, de esta forma podrás lograr ver toda la pantalla cómodamente y al mismo tiempo tener un sonido inmersivo que te hará sumergirte por completo en la trama.

¿Quién fue Robert Oppenheimer?

Julius Robert Oppenheimer fue un físico estadounidense que pasó a la historia por ser considerado el padre de la bomba atómica, invención que le perseguiría y atormentaría hasta el día de su muerte.

Oppenheimer nació el 22 de abril de 1904 en Nueva York, y desde pequeño mostró un gran interés por las ciencias y las artes, lo que años más tarde lo llevarían a graduarse en solo tres años y con honores de la Universidad de Harvard en Química y a los 23 años a obtener el título de Doctor.

Su más destacada participación en la ciencia llegó cuando formó parte del Proyecto Manhattan, un proyecto secreto desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial por Estados Unidos, Inglaterra y Canadá que buscaba crear un arma tan poderosa que logrará terminar de una vez por todas con la guerra y que culminó con la construcción de las bombas nucleares.