Un video que circula en redes muestra cómo un juego puede desatar el enojo y frustración de un pequeño cuando logra obtener siempre el mismo premio.

Aunque lo que gana es lo más saludable respecto al resto de los premios, no es de su agrado porque se trata de un alimento: un chayote.

En este video brasileño, el pequeño Gabriel juega con su familia para intentar llevarse una fruta o principalmente alguna golosina o bebida.

¿En qué consiste el juego?

En una mesa están dispuestas varias marcas que al soplar un vaso desechable indicarán el premio que obtendrán los jugadores, pues varía dependiendo la distancia alcanzada.

Se puede ganar desde un chayote hasta refrescos o galletas, pero claro, esos requerirán de colocar el vaso en niveles superiores.

En el video de TikTok, que tiene más de 3.5 millones de likes y más de 80 mil comentarios, se ve cuando el pequeño Gabriel participa en la dinámica que preparó su mamá para divertirse en familia.

Lo interesante llega cuando al tener su primer intento de soplar el vaso, lo coloca en el nivel del chayote, premio que no le gusta demasiado, pero bueno, sabe que podrá volver a participar en otra oportunidad.

En la segunda ronda, después de que otros dos niños jugaron y obtuvieron mejores premios, Gabriel repite y gana otra vez un chayote, situación que lo molesta y genera un pequeño berrinche.

Una vez más, los otros competidores pasan y aunque uno de ellos también se llevó el chayote, ya el niño no se ve disfrutando el juego.

Para la tercera ronda, la situación empeora y pone fin al juego, pues una vez más Gabriel vuelve a obtener el mismo premio, un tercer chayote, lo que desató la furia y frustración del menor que no pudo obtener una golosina en el juego.

Críticas a la madre y al menor

Entre los miles de comentarios que el video ha acumulado, hay quienes critican a la mujer tachándola de injusta, pues aseguran que ella ve que la capacidad para soplar del niño no es suficiente para colocar el vaso a distancias que le den un buen premio.

Por otra parte, hay otros usuarios que aseguran que el niño está mal al hacer ese berrinche.

Historias recomendadas:

LECQ | ICM