Con el panteón bellamente alumbrado con miles de velas, decorado con flores, con aroma a copal e incienso, así se despidieron de sus muertos los habitantes de San Andrés Mixquic, este 2 de noviembre.
Javier Bernal Roque, habitante de Mixquic, explica lo que significa el nombre de este pueblo:
Es el nombre de mi pueblo, Miquixtli… Miquis… muerte… Ixtli, rostro, el rostro de la muerte
Desde el amanecer, cientos de personas limpiaron y adornaron las tumbas. El culto de los muertos es una tradición heredada a través de generaciones, tal como lo refiere Emma Ortega, una habitante de Mixquic:
Nuestros abuelos, antepasados, de ahí nuestros padres y ahora nosotros y de nosotros a nuestros hijos, nuestros nietos
Así sucedió con Leonardo Gabriel, quien desde pequeño acompañaba a su padre el panteón. Sin darse cuenta, creció hasta cumplir 18 años y ahora, él comparte la tradición con los menores de su familia.
Ahora me toca a mi llevar a mi hermanito, a mis primitos, a pedir su calaverita
Turistas disfrutan el ambiente en Mixquic
Cientos de turistas, extranjeros y nacionales como Lizet Legaspi, de Guanajuato, llegaron a disfrutar el ambiente en Mixquic y sin darse cuenta, se integró al festejo.
Lizet aseguró que no es lo mismo verlo que vivirlo. “Como mexicana, me siento muy orgullosa de estar aquí”.
Durante todo el día miles de personas visitaron San Andrés Mixquic, hasta que llegó el momento de despedirse de las almas.
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Con información de Francisco Santa Anna
LECQ