Pepenadores de Todo México Se Unen y Forman Red: Exigen Dignidad y Reconocimiento a su Trabajo

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Natalia Sánchez Carranza

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El Movimiento Nacional de Recicladores nace con la esperanza de dignificar el trabajo de los pepenadores en todo México

Pepenadores de distintos estados en el encuentro nacional en CDMX

Pepenadores de distintos estados en el encuentro nacional en CDMX. Foto: Moisés Montiel

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Por primera vez, un grupo de recicladores y recicladoras se reunieron para formar una red nacional que defienda sus derechos como trabajadores. Alrededor de 20 representantes de pepenadores de base, provenientes de siete estados del país, viajaron a la Ciudad de México para asistir al encuentro.

Abel Balderas, reciclador originario de Dolores Hidalgo, Guanajuato, convocó al evento a pepenadores de todo México. Desde el año pasado, ha viajado por todo el país para conocer a las personas que trabajan –y en muchos casos viven– en los basureros y rellenos sanitarios. Según señala, la labor del pepenador no es reconocida por las autoridades ni la sociedad.

“Para usted una botella es una basura, que no vale ya nada, una lata, un pedazo de aluminio, que para nosotros es con lo que vamos a sostener a nuestras familias”, dijo Abel en la inauguración del encuentro nacional.

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Historias de vida y trabajo entre la basura

Mariana González, también recicladora en el basurero de Dolores Hidalgo desde hace casi 20 años, fue una de las asistentes. Después del encuentro, fue designada como secretaria de la mesa directiva del colectivo.

“Orgullosamente puedo decir que, del esfuerzo de mi trabajo de recicladora, tengo a mi hija cursando la preparatoria. Y otra de mis hijas, pues, cursando la secundaria”, compartió en entrevista para N+.

Si la gente valorizara también la basura… que valoricen que lo que ellos ya desechan para nosotros es nuestra fuente de vida y de ingresos.

Trabajar en basureros o rellenos sanitarios no es sencillo. Entre montañas de basura, los recicladores buscan materiales que puedan tener una segunda vida: desde plástico PET, aluminio y cartón hasta zapatos, fierros y muebles. Después, lo venden a empresas recicladoras.

Según señalan, en una jornada habitual logran obtener desde 100 hasta 300 pesos. Sin embargo, se exponen diariamente a sufrir accidentes, lesiones o infecciones por la diversidad de residuos que llegan al sitio.

Las personas que se dedican a la pepena o reciclaje deberían equiparse con uniforme, botas, guantes y cubrebocas, según señala la organización Práctica Laboratorio para la Democracia, que acompañó la formación del primer encuentro nacional. Sin embargo, la mayoría de ellos no cuenta con ningún tipo de protección.

Testimonios de una lucha por mejores condiciones

David Álvarez Oliveros, pepenador en el relleno sanitario de Jiménez, Chihuahua, viajó por primera vez a la Ciudad de México para participar en el encuentro. Allá, asegura, el trabajo es todavía más difícil por el clima extremo.

El sol tan solo está muy gacho. Y luego uno se tiene que equipar uno mismo, porque no tenemos apoyo de nadie.

La familia Oliveros ha trabajado en el reciclaje por varias generaciones en el basurero de Jiménez. Apolonia Dolores, tía de David, también asistió al evento en búsqueda de mejores condiciones laborales.

Me he encajado las jeringas donde meto la mano. Porque no tenemos, pues, no, nadie nos hace en el mundo. Somos, estamos abandonados.

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El Movimiento Nacional de Recicladores de Base: objetivos y desafíos

El Movimiento Nacional de Recicladores y Recicladoras de Base, creado en este primer encuentro, enlistó sus objetivos y desafíos.

  • Participación de pepenadores de Durango, Chihuahua, Guanajuato, Veracruz, Oaxaca, Puebla y Querétaro
  • Trabajo reconocido como servicio público
  • Remuneración digna por los gobiernos municipales
  • Equipo necesario para enfrentar los riesgos que conlleva estar en contacto con todo tipo de residuos

Los pepenadores evitan que miles de toneladas de basura lleguen al océano o sean incineradas cada año, dándoles una segunda vida a través del reciclaje. El impacto ambiental de su labor es una razón más para reconocerles, según la Organización Mundial de la Salud.

Este esfuerzo busca precisamente eso: en palabras de Abel, quien ahora funge como presidente de la mesa directiva del nuevo Movimiento, “que se den cuenta de que nuestro trabajo es muy esencial, muy esencial para seguir protegiendo nuestro planeta.”

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