El rey Carlos III, al igual que cualquier otra persona, tiene una gran variedad de aficiones y pasatiempos. Desde muy temprana edad se destacó en la música, participó en coros escolares y aprendió a tocar instrumentos como la guitarra, el violonchelo y la trompeta.

Durante sus vacaciones en el castillo de Balmoral, comenzó a practicar equitación, lo que llevó a su amor por los caballos. En su adolescencia también aprendió a esquiar y jugar polo, un deporte que requiere gran destreza y rendimiento físico, influenciado por su padre, el príncipe de Edimburgo.

Video. Carlos III, el Amante de la Jardinería

Además de los deportes, el rey Carlos III es aficionado a la jardinería y pone gran énfasis en asegurarse de que las plantas estén libres de plagas, supervisando personalmente los jardines de su propiedad campestre, Highgrove House, donde solo se permiten productos orgánicos y se prohíbe el uso de productos o fertilizantes químicos. También es un defensor del patrimonio arquitectónico y estudió arqueología e historia en la Universidad de Cambridge.

El rey Carlos III tiene un lado artístico, ha pintado obras en acuarela que han sido subastadas. Al respecto ha dicho:

tienes que aprender a hacer lo básico, y aprenderás a pintar realmente lo que hay, antes de que puedas empezar a pensar en pintar lo que tal vez hay en tu imaginación

Cabe destacar que el rey Carlos III también tiene pasatiempos que han generado controversia en el pasado, como la caza de animales, considerada deporte real y de la aristocracia. En 2005, debido a la presión de grupos conservacionistas y defensores de los derechos animales, se prohibió la caza de zorros, permitiendo solo seguir su rastro sin matarlos ni herirlos.

El rey Carlos III no solamente tiene aficiones musicales o deportivas. Gran parte de su vida la ha dedicado a la filantropía, el monarca es benefactor de más de 400 organizaciones benéficas en el Reino Unido.

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Con información de N+