Por Imitar 'Rápidos y Furiosos' se Aceleran Cifras de Muertes

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La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de EUA estima que, solo en la última década, 800 personas perdieron la vida en incidentes relacionados con estas carreras

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de EUA estima que, solo en la última década, 800 personas perdieron la vida en incidentes relacionados con estas carreras

La policía en Los Ángeles ha tratado de impedir las carreras ilegales. Foto: EFE

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Cada fin de semana barrios periféricos de ciudades estadounidenses como Los Ángeles son testigo de centenares de carreras clandestinas y arrancones de coches, un fenómeno que se popularizó en gran medida por la saga cinematográfica Rápidos y Furiosos (2001) y que mantiene en jaque a la policía por el aumento de accidentes.

Video: Como en ‘Rápido y Furioso’ Jóvenes Juegan Arrancones Clandestinos

Rugido de motores, humo de tubos de escape y ruido de derrapes son los principales atractivos tanto para quienes deciden competir, y aspirar a un premio de varios miles de dólares, como para los espectadores que acuden con la idea de plasmar el peligroso espectáculo en redes sociales.

En la práctica, los organizadores interponen vehículos en avenidas y restringen el tráfico para acometer principalmente demostraciones de riesgo que van desde los clásicos "donuts" -trompos en los que el coche gira 180 grados sobre su propio eje- hasta saltos con el auto en marcha para bailar o actuar a su alrededor.

El Chevrolet Camaro, el Dodge Challenger o el Infiniti G35 figuran entre los modelos preferidos por estos temerarios conductores, ya que ofrecen un alto caballaje, con motores relativamente fáciles de modificar y sin precios desorbitados.

Junior es uno de los asistentes a una carrera ilegal en la zona de Watts (sur de Los Ángeles) y narra con emoción los hechos:

Si chocas con otro carro, te sacan a patadas de la pista y pueden destrozarte el coche o robártelo. Esa es la disciplina que se te impone

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico de EUA (NHTSA, por sus siglas en inglés) estima que, solo en la última década, 800 personas perdieron la vida en incidentes relacionados con estas carreras.

Un problema que se extiende por la Unión Americana

Los estados de California, con 188 decesos, y Texas, con 128, lideran esta clasificación que no coincide con el registro del número de multas vinculadas a las carreras clandestinas.

Un apartado en el que aparecen en cabeza Wyoming, Dakota del Norte y Wisconsin, lo que revela que el problema se extiende por toda la geografía del país.

Aunque, si hay un barrio particularmente corroído por este fenómeno ese es Angelino Heights, un área situada a escasos 5 kilómetros del centro de Los Ángeles con la "desgracia", según los vecinos, de que su tienda Bob's Market se muestra en el filme Fast & Furious como el negocio regentado por Dominic Toretto (Vin Diesel).

"Es un infierno vivir aquí. Cada día quince o veinte coches de fans se reúnen para hacer trompos a la entrada de la tienda", explicó Arturo, un lugareño que ha visto cómo se ha transformado su barrio.

Apuestas, armas y drogas alrededor de las competencias

El problema, que creció con la expansión de las redes sociales y fue avivado por las reuniones al aire libre como alternativa de ocio durante la pandemia, ha provocado que la división de tráfico del Departamento de Policía de Los Ángeles haya reforzado sus equipos especializados en acabar con las carreras clandestinas.

Hasta una veintena de uniformados de la comisaría central suman esfuerzos para responder a las llamadas de vecinos hastiados, detectar en plataformas como Instagram dónde se están organizando las tomas de calles y salir inmediatamente para tratar de prevenir accidentes.

Desde su coche patrulla, el sargento Manuel Sánchez hace un recuento rápido de la situación:

En el sur de Los Ángeles hay 72 pandillas en menos de 20 kilómetros a la redonda. En muchos casos, están vinculadas a las carreras porque ganan dinero a través de suculentas apuestas y por reproducciones en redes sociales

Y es que el número de "me gusta" en las publicaciones es fundamental para decidir el vencedor en una carrera o en demostraciones de habilidad como los "trompos".

Los tiroteos y el decomiso de marihuana o metanfetamina también son una constante en las redadas de estos agentes, que han llegado a confiscar incluso rifles de asalto AK-47. Así lo describe el agente Sanchez:

A esta gente no les importan los demás. Cierran calles e incluso cuando impactan contra el público o disparan, los paramédicos no pueden acceder

Tras detener a unos jóvenes involucrados en estas carreras ilegales, lo que viene después es una escena que se repite todas las noches: la grúa se lleva el vehículo al depósito donde permanecerá un mes, el conductor debe abonar 2 mil 500 dólares para sacarlo y el espectador detenido tiene que pagar 250 dólares por participar.

Una suma "ridícula", según la policía, porque "eso es lo que llevan muchos de ellos en los bolsillos" cuando son apresados, lo que propicia que reincidan al recuperar el coche.

El sargento Sánchez insistió en la necesidad de aumentar el importe de las multas, tener la autoridad de retirarles la licencia de conducir, y de fomentar que estas actividades sean trasladadas a circuitos profesionales.

La educación es clave para crear conciencia en los jóvenes

La otra gran herramienta para combatir este fenómeno es la concienciación en las escuelas, una tarea que realizan desde Street Racing Kills (SRK), organización fundada por la mexicana Lili Trujillo Puckett tras la muerte de su hija Valentina a los 16 años en una de estas carreras en 2016.

Una de las demandas de SRK es presionar para que los estudios de cine detrás de películas como Fast & Furious recalquen con mayor claridad que lo que reflejan es una ficción.

Desde su oficina en Los Ángeles, Lili Trujillo comparte que ha sido una tarea ardua y complicada: 

Nadie hablaba de este tema cuando empecé. Me dirigí a policías y legisladores, habríamos evitado muchas víctimas si se hubiera actuado antes

Víctimas y experiencias trágicas como la de Raúl Contreras Jr., un hombre que ahora trabaja haciendo pedagogía con SRK pero que antes pasó 22 años en prisión por un incidente al volante ocurrido cuando tenía 18 años y en el que acabó muriendo una niña.

"En las películas hay repeticiones, en la vida real te pasa una vez y no hay vuelta atrás", zanjó Contreras Jr. durante una entrevista.

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Con información de EFE

HAVJ